Elise Flameforge es una omega con poder mágico dada por su padre, que por error del destino se involucró con el alfa Nate, que es una basura completa. Pero, afortunadamente, se da cuenta de ello, justamente en la misma noche que conoce a Reymond Perasi, el hermano ilegitimo de Alán y tío de Nate. Sin saberlo, ella se involucra en una guerra de poder y resentimiento, que lleva muchas vidas sin resolver. Después de todo, Reymond, es la reencarnación de un demonio desterrado por amar a una diosa… una diosa que ha reencarnado en el cuerpo de Elise Flameforge, sin tener recuerdos de su vida pasada. ¿Qué sucederá cuando Reymond la proteja del retorcido Nate? ¿Qué sucederá cuando Elise se case con el tío de su exnovio y terminé enamorándose de él? Reymond es un alfa, que no sabe amar gentilmente, pero, eso no hace que su amor sea menos fuerte que los demás. Sin embargo, ¿Elise comprenderá sus motivos? ¿Podrá seguir amándolo cuando sepa todo lo que ha vivido por amar a Reymond? ¿Podrá este alfa amar libremente a su Luna o el destino entrelazado no será suficiente para esta pareja?
Ler maisLa emoción me invade al ver todo lo que tengo preparado para mi novio, Nate. Después de todo, llevamos semanas sin vernos porque su trabajo lo ha mantenido ocupado y yo debo recompensar todo su esfuerzo con una buena sorpresa de cumpleaños.
Nate Perasi, es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Porque no solo ha sido un hombre que ha estado conmigo mucho tiempo como mi novio, si no que, antes de eso, era mi único conocido en esta empresa donde los abusos de poder ocurren en todo momento. Por eso, aunque yo debí ir de viaje de negocios, trabajé duro para ser reemplazada por otra compañera y así, darle la sorpresa a mi increíble novio. Sonriente, miro el resultado de toda la decoración de su departamento y mirando la hora, subo a mi auto rumbo a la casa de sus padres. — Esta vez si voy a sorprenderte, cariño. Sabiendo la programación de su cumpleaños, entro a la propiedad de su familia y toco a la puerta donde la música ya se escucha con fuerza. Apenas llego, su madre, abre los ojos sorprendida. — Oh, querida, ¿no estabas de viaje por trabajo? — ¡Sorpresa! — digo abriendo mis brazos por la emoción. — Oh, Elise, quizás es momento de que abras tus ojos, entra. — dice la señora Perasi abriendo la puerta. Sin comprender lo que quiere decirme, entro a su casa buscando a mi novio, pero, no lo encuentro por algún lado. Por eso, camino por la casa, siguiendo su olor con un regalo que aunque sea para él, me lo pondré yo para que lo disfrute. ‘Es momento de unirnos, después de todo, no fue mi cuarto rechazo de un lobo, si no, el único que ha deseado ser mi pareja en este mundo donde parece que los hombres lobos me rechazan.’ Me digo mentalmente La felicidad me invade porque estoy lista para dar este paso con el hombre que tanto he amado durante más de un año. Así que, con ese pensamiento en mi mente, recorro la casa llena de personas extrañas que no me reconocen como la novia de Nate, ya que, para evitar problemas en la empresa, nos tratamos como empleados y no como novios. Al ver que no lo encuentro por ningún lado de la casa donde están los invitados de la fiesta, tomo la escalera para ir al área de las habitaciones. Con cuidado, comienzo a abrir las puertas intentando percibir el aroma reciente de mi novio en alguna de ellas y vaya que lo hago. El hombre al que sorprendería con un uniforme de enfermera sexy, está recibiendo atención de dos mujeres que no necesitaron de disfraces, para atenderlo como seguramente él desea. Con una puerta ligeramente abierta, veo como Nate, mi increíble Nate está teniendo relaciones con tres mujeres y dos hombres. — Nate… — susurro desde la puerta. Nate levanta su mirada, pero, aunque la sorpresa lo invade brevemente, no se detiene realizando su traición, si no que, aun penetrando a una de las mujeres que están una encima de la otra, me habla. — ¿Qué haces aquí, Elise? Se supone que estarías trabajando. — dice Nate. — Quería sorprenderte, pero, evidentemente la sorprendida soy yo. — susurro retrocediendo. — No te vayas, entra para que podamos divertirnos todos. Chicos, ella es mi novia… la oficial delante de mis padres. Así que, pueden probarla un poco después de que yo por fin la pruebe. — dice Nate llamando la atención de sus amigos. La repulsión me invade, por lo que, cubro mi boca ante las inmensas ganas de vomitar. Eso hace que Nate se burle y es eso, lo que me impide que yo pueda marcharme. ‘Ya te burlaste de mí, no puedo permitir que me pisotee aún más.’ Me digo mentalmente. — Lo siento, pero, no quiero decepcionarme. Según lo que veo, ni siquiera saben cómo usar su polla. Así que, prefiero no ensuciarme con algo que no me hará sentir placer. Por eso, los dejo para que al menos intenten complacer a esas chicas, que tengan buena noche. — digo girándome, teniendo como recuerdo el enojo de Nate. — Dudo que haya un alfa, que no sepa como usar su polla, Elise. Pero, si es eso lo que te dirás a partir de ahora para asimilar como es nuestra relación, adelante. — Por lo que me has hecho, deseo tanto que seas el único alfa al que se le encoja tres centímetros de polla ni sepa cómo usarla. — digo marchándome. — ¡Elise! — grita Nate saliendo de la habitación completamente sudado y aun desnudo, pero, logra cubrirse con una toalla cuando yo tomo las escaleras. Sus feromonas me afectan, pero, logro alejarme de su asqueroso toque, mientras mantengo mi mirada fría, dura y distante. Porque al final, he sido pisoteada por un hombre lobo que creí que me quería de verdad. — ¡Espera un momento! — Tome, señor Perasi, dele buen uso a su regalo. — digo entregándole la bolsa delante de los curiosos que disfrutan la escena que estoy dando y así marcharme de la casa que tanto me asfixia. Solo después de salir de casa es que dejo caer las primeras lágrimas, pero, no me atrevo a gritar y llorar con todo mi dolor, una vez que salgo de la propiedad de los Perasi. Porque no quería darles el placer de verme completamente destruida. El hombre que había estado a mi lado por más de un año, el único hombre lobo con que el que he sentido compatibilidad y no me ha rechazado, ahora es un hombre diferente y no porque haya cambiado de un momento a otro, si no, porque supo esconder su verdadero rostro. Porque dudo que esto haya pasado solo hoy. — Eres una tonta, Elise. Has caído en las garras de un maldito lobo que por poco te devora de un solo mordisco. — digo llorando mientras conduzco tan rápido que pierdo el control del auto. Con mi corazón latiendo en mis oídos, hago varias maniobras cuando el auto tropieza con una parte del suelo que me hace girar y casi volcarme. Por eso, uso mis habilidades conduciendo para evitar un accidente, pero, a la final, mi pequeño auto termina volcado, quedando yo aferrada a mi asiento, mientras el techo de mi auto queda en el suelo. — Maldición. — susurro en medio de mi llanto, mientras escucho un trueno con fuerza que me hace temblar. El trueno, anuncio una lluvia tan fuerte, que en menos de dos minutos, me impide ver a mi alrededor, por eso, como puedo salgo del auto, implorando que un auto no venga rápido y termine atropellándome. Pero, mi suerte es terrible, por eso, apenas estoy saliendo del auto, la luz de un auto me ilumina. Comprendiendo que puedo morir en cualquier momento, extiendo mis manos impidiendo que avance, aunque yo más que nadie sé que no debería usar magia. Sin embargo, este caso lo amerita y por eso, detengo el auto de donde sale un conductor aturdido por lo que he hecho. — Señor… — ¡Acelera! — Una maga no nos deja hacerlo. — dice el conductor. ‘Maga… sabe que soy una maga. Oh, no.’ Me digo mentalmente.Ochenta años despuésLa brisa golpea mis mejillas mientras los hijos de mis nietos corren por un jardín que me trae buenos recuerdos. Una mano, arrugada se coloca sobre la mía, para entregarme un poco de calor que tanto disfruto sentir de él.Su cuerpo, ya no es el mismo de antes, pero, sin duda, aunque este tan mayor, se mantiene en forma como todo hombre dedicado a su físico ahora que no es el alfa líder de la manada.— Cariño, debes comer.— Me lleno viendo a mis bisnietos correr por el jardín.— Oh, entonces debes recordar todas las veces que follamos ahí.— Reymond, no actúes como un vil pervertido.— El pervertido mira a otros anhelando que llegue su momento, yo solo estoy recordando cuanto practicaba para hacer posible que tuviéramos cinco hijos cuando solo querías uno.Respiro profundo, Reymond es de los
Me sentía como en un cuento de hadas, una donde el príncipe no necesita que la princesa le diga que quiere que haga o diga, porque este aparece tan rápido que no es posible para mí controlar mi agitado corazón.— No has cambiado, cuando estás inmensamente feliz, liberas tus feromonas con fuerzas, mientras tu rostro se torna tan rojo como un tomate y tus ojos brillan con intensidad.>> Antes lo hacías por los helados, ahora lo haces por un hombre que si le dices que una baldosa te hizo caer, es capaz de destruir la empresa que la fabricó y eliminar del mundo ese objeto peligroso que dañó al amor de su vida.— Padre, detente…— No podría hacerlo, si has domado a un villano como lo dijiste antes, debemos resaltar todo lo que ese villano es capaz de hacer o convertirse si su linda luna quiere o no algo.— Padre, pareces celoso.— Te equivo
Un mes despuésMientras los arreglos para el cese del enfrentamiento apenas está aplicándose, yo estoy preparándome para mi segunda boda con el mismo hombre, solo que esta vez el motivo no es la venganza, si no, el amor.Durante nuestro tiempo como esposo, sucedieron tantas cosas donde se puso en juego la fuerza del amor que nos tenemos y lo que tuvimos como resultado, fue un amor del que no tengo dudas, porque podría dudar de muchas cosas, menos, de que Reymond es el hombre que quiero y necesito en mi vida.Lógicamente, rompimos con las creencias de muchos seres que querían vernos lejos del otro, pero, eso ya ha dejado de importarnos, sobre todo, porque es mi última vida y no pienso vivirla bajo los deseos de alguien más.Así que, sonriente, observo a la mujer segura de lo que está haciendo. Ya no hay dudas, ni deseo de probarle a alguien que no soy menos mujer por ser una omega sin man
En el momento exacto en el que quedo solo con el bikini como tela cubriendo mi cuerpo, la mirada de Reymond se oscurece de puro deseo calentando mi cuerpo que aunque aún no ha entrado en celo completamente, lo anhela.‘¿Eres una ninfómana acaso? Acabas de ser saciada al menos cinco veces’ me digo mentalmente.— Mamá… — dice Joosher intentando nadar hacia mí.— Sí, cariño, tu madre está aquí. — digo sintiendo como sus palabra hacen que la plenitud y felicidad se instauren en mi pecho para expandirse por todo mi cuerpo.— Luna… — dice Reymond con su voz baja y ronca.— Sí, la luna está hermosa esta noche.— Podría morir feliz hoy por verte, mi luna. — dice Reymond extendiendo su mano para ayudarme a entrar a la piscina.— Sería una lástima que murieras sin casarnos en e
Horas despuésMi cuerpo ya no parecía mi cuerpo, aunque se ve igual de cierta manera, todo duele y hay partes de mi cuerpo que se encuentran tan rojas que podría delinear los dedos de Reymond en mi cadera, mi trasero o mi cintura.Estaba completamente roja y adolorida, pero, el placer de un buen sexo, no me lo quitaba alguien, por eso, quería seguir durmiendo, sin embargo, una nota de Reymond sobre la almohada a mi lado, me hizo recordar donde estábamos y que además de ser mujer, debo ser madre.Su letra hermosa cursiva diciéndome que estaba en la piscina y que él y Joosher me esperaban, hicieron que me levantara de la cama y mi mirara al espejo durante varios minutos que me resultaban a mí lentos para poder procesar todo lo que estaba en mi cuerpo.Reymond no me arañó, pero, si se atrevió a hacerme ciertas marcas con su boca y el agarre fuerte sobre mi cuerpo, que dudo que vaya a
Mi cuerpo deseaba esto y mi mente, por primera vez en mucho tiempo, está de acuerdo con lo que mi cuerpo quiere, por eso, lloro, ya que, el éxtasis que estoy experimentando es tan grande que es imposible para mí no llorar de la felicidad.Reymond, no duda en mostrar su felicidad gruñendo al punto de pensar que en cualquier momento se va a transformar en lobo. Sus brazos, están a cada lado de mi rostro, con las venas tensionadas por la fuerza que hace por no perder el control.— Oh, nena… desde que tengo memoria me han dicho que por mi procedencia no podía estar en el cielo, pero, ¿Por qué justamente me siento incluso en la mejor parte del cielo?>> ¿Por qué tu canal se siente tan jodidamente bien? Me cuesta tanto controlarme porque tu querida vagina me succiona tragándose todo de mí. ¿Qué hago, mi luna? Pareces no querer soltarme y yo tampoco quiero sal
Último capítulo