Narra Elise
Mi cuerpo se siente extraño, pero, por mucho que sienta pesadez o fatiga, debo agradecer aun encontrarme con vida. A pesar de tener que procesar mucha información y que mi cuerpo es diferente ahora, me alegra estar con vida.
Carolina, termina de ayudarme a bañarme en la tina llorando y agradeciendo a la diosa Luna que he vuelto, aunque es evidente que este milagro es algo que no puede procesar del todo.
— ¿Qué sucedió? ¿Por qué estamos aquí? Esta no es la mansión principal. — digo sabiendo que por mucho que Reymond haya redecorado todo, no es posible que el lugar este tan cambiado.
— Estamos bajo esa mansión, este lugar es un búnker, señora Elise. — dice Carolina.
— ¿Por qué estaríamos en un búnker?
— Lo mejor es que el señor le informe de todo lo que pasa, porque el señor Reymond es quien sabe que sucede incluso antes de que pase. — dice ella ayudándome a salir de la tina.
Con su ayuda termino vistiéndome, ya que, mi cuerpo se siente muy pesado, solo para recibir videolla