Capítulo XXXVII
Fernando
Despierto y la luz del sol entra apenas por la ventana de mi habitación , dibujando sombras en el piso. Mis músculos aún están tensos del día anterior; el recuerdo del accidente de Estheisy y su rostro asustado sigue presente.
Me siento en la cama un momento, dejando que la luz tibia del sol me golpee la cara. Mi mente da vueltas sin descanso; los recuerdos del día anterior, el choque, su respiración temblorosa… todo se mezcla con una sensación incómoda, un presentimiento que no consigo sacudir.
Me asomo a la habitación de Estheisy, la veo durmiendo tranquila. Cierro la puerta con cuidado, sin hacer ruido, y camino hasta la cocina. Preparo un café rápido, el aroma fuerte me ayuda a despejar un poco la mente.
Mientras lo sirvo, no puedo evitar mirar el reloj. Tengo que llegar a la empresa; no puedo retrasarme más. Mi instinto me dice que algo va a pasar hoy, algo que tendrá que ver con el documento que firmé sin pensar. Sacudo la cabeza para no obsesionarme.
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