A la semana siguiente, Arthur fue por mí al restaurante un sábado por la noche. Cuando subí al auto, lo noté inquieto y nervioso.
— ¿Qué sucede, Arthur?
—Este… mmm— balbuceó. Noté que miraba a Henry por el retrovisor.
— ¡Arthur! ¿Qué sucede? — Le pregunté levantando un poco la voz, su actitud me estaba irritando un poco.
—Mañana domingo, mis hermanos vendrán a visitarnos— Me respondió, vomitando las palabras, como si las tuviese atragantadas.
— ¿Tus hermanos? No recordaba que tenías hermanos. Nunca los mencionas.
—Bueno, no quería incomodarte y que sintieras que íbamos muy rápido. Presentar a la familia es algo serio.
—Bueno… Está bien— Le dije, esbozando mi mejor sonrisa para tratar de calmar su nerviosismo. Definitivamente, no me esperaba eso, al menos no todavía.
A la mañana siguiente, nos levantamos relajados y con mucho ánimo. Arthur estaba realmente emocionado.
—Te encantarán mis hermanos, bueno… Ya los conociste.
— ¿No?... No sé quiénes son— Le dije, porque estaba segu