Capítulo 10
Después de que Diego se fue, empecé a ajustar mis horarios de trabajo para no cruzármelo.

Poco a poco, la rutina parecía volver a la normalidad.

Ese día, antes de marcharse, había dejado el anillo de piedra lunar sobre la mesa, en silencio.

Recién hoy me di cuenta. Lo miré un instante, luego busqué una cuerda y lo convertí en un colgante.

Al final, se lo colgué al perro.

Más tarde, cuando desperté de la siesta, vi que tenía un mensaje en el celular.

Era de Paula: me citaba en una cafetería.

Al principio ni pensaba responderle, pero enseguida mandó otro: "Si no vienes, voy a tu trabajo y vemos quién queda peor."

La amenaza me pareció barata, pero igual fui. Quería cerrar este asunto de una vez.

A las cinco en punto, llegué.

Cuando me senté, noté que Paula se veía mucho más agotada. Tenía ojeras marcadas y esa postura arrogante que solía mostrar había desaparecido por completo.

Fue directa, con un tono desafiante:

—Fiona, me dijeron que Diego ha estado buscándote estos días. ¿Ya se te o
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP