-¿Quieres sentarte aquí?¿Te gusta este lugar o prefieres más atrás?
-No, está bien, me gusta aquí.
El señor Alex entonces arrimó la silla y tomé asiento, él se colocó frente a mí simpático, sus ojos azules eran cálidos, tenía una agradable sonrisa, también era muy atractivo por su contextura, exhibía los brazos fuertes a pesar de haber perdido algo de peso.
-¿Estas incomoda por algo?
-La reunión, la reunión me mantuvo bajo mucha tensión y luego de ella queda como una resaca.
-Si entiendo, arriesgaste mucho, ¿qué quieres comer?
-Es temprano, algo dulce me tranquilizaría.
Se encargó de ordenar una milhojas y para él un café. Yo mantenía las manos en movimiento, no había sido la reunión, había sido Aníbal, la n