Mundo ficciónIniciar sesión
Mi biblioteca
  • PARTICIPA Y GANA Concurso
  • Para autores
    Recompensas de autoresPara autores
  • Ranking
  • Navegar
    Todos
    Suspenso
    Oriental
    Historia
    Otros tipos
    Romántica
    Fantasía
    Personajes Sobrenaturales
    Acción
    Realista
    Chick Lit
    LGBT
    Adolescente
    Paranormal
    Ciencia Ficción
    Urbano
    Hombre-lobo
    Crimen
  • Inicio
InicioRománticaVictoria, purgatorio
Victoria, purgatorio

Victoria, purgatorioES

Romántica
Gregoria R. Márquez Díaz  En proceso
goodnovel16goodnovel
Reseñas insuficientes
28Capítulos
1.8Kleídos
Leer
Añadido
compartir: 
  • Copiar
Denunciar
Resumen
Índice

Sinopsis

EmociónInteligenteGraciosoRomanceObsesiónPosesivoAmor verdadero

María Victoria está dispuesta a luchar por lo que quiere, su familia, su herencia, su vida y su amor. Aníbal ya no quiere continuar engañándose con el matrimonio que ha mantenido durante tantos años, pero se encuentra con una María Victoria cansada de esperarlo. Decidida, dura e indiferente. ¿Sería muy tarde para hacerle entender que está arrepentido y que él es el indicado para ella?

Leer más
Victoria, purgatorio Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Edén

    Abrí los ojos. ¿Uh? ¡El sol! Si ¡hoy es el día! Mamá y papá se casarán.¡Siii! ¡Por fín! Me incorporé en la cama, a mi lado estaba Estrella, mi hermanita de siete años, dormida. En el piso, en colchonetas, Rafael mi hermanito de ocho años, Manuel y Guillermo, los hijos del tío Emanuel, gemelos de cinco años, dormidos y muy bien dormidos, también Yackeline solita en una cuna cerca de la ventana, chupando dedo, ella del tío Diego, tenía dos años y respiraba como toro. ¿Cómo saldría de ahí sin despertarlos? Volví la cabeza a la almohada, miré el techo, la filtración también me miraba a mí. Piensa Lourdes piensa.La puerta se abrió de a poquito y la tía Melina asomó la cabeza, ¡ah, mis salvación!-T&ia

  • La familia, toda

    No solo yo lo era, por su madre, la pequeña Lourdes era feliz. Cada dos horas u hora y media tenía hambre yo feliz la complacía. Comía, dormía, ensuciaba, apenas lloraba una multitud de brazos estaban a sus órdenes.Emanuel y Rosita no soltaban una maraca roja y al pasar los días la niña ya sabía de ellos apenas entraban. El doctor Caster y la señora Leticia le compraron cosas que no utilizaría en mucho tiempo, la atendían como unos abuelos, sin contar que Nilvia y papá descuidaron sus vidas en San José en este primes mes. Mira era sólo mía. Me ayudaba con todo, hasta en las noches en que la pequeña Lourdes daba lata y Aníbal debía dormir temprano. Diego y Milena actuaban como padrinos autonombrados, me daban consejos y conversaban largamente con la bebé

  • La paga

    No sólo Doris notaba lo feliz que estaba, los doctores, las enfermeras, aseadoras, el fiscal y el locutor de la radio. Era como si un aire nuevo entrara en mis pulmones, me hiciera sonreír, sonrojar, cantar y caminar con una agilidad que ya había olvidado.Hubiese querido olvidarme de Lucy para siempre pero a diferencia de Gary ella seguía ahí, en un documento que decía que yo le pertenecía. Sin embargo y no se sí por la buena paga, Hernán propuso nuevas estrategias que me harían libre en varios meses.Los días pasaban lentecito, ella al principio me esperaba en el cuarto, luego apoyada en el sofá y ya ahora en la cocina, su cuerpo cambiaba a mi favor, sus senos se redondeaban, sus caderas se ensanchaban y tanto sus mejillas como sus glúteos se engordaban. Su familia y amigos iban y venían, siempre la protegían y si se podía cenábamos tod

  • A casa

    Después de saborear el dulce casi aplastado que la señora Leticia me entregara, Doris apareció con el alta. No vi a Aníbal durante la siguiente hora, Nilvia me ayudó a cambiarme a peinarme y así, caminando salí de la clínica.-Todos iremos contigo a casa cariño.Me dijo Mira un poco preocupada, yo apenada por cómo se dieron las cosas, un hijo dentro de mí, así tan rápido ¿de cuánto tiempo? Y de él, traer a mi nuestros encuentros me erizaban, si, era el resultado de eso. Cuando pregunté por él respondieron que atendía unos asuntos así que salí de la clínica sin él en el auto que papá conducía en silencio. No había alegría, yo acababa de salir de la clínica, de paso esperaba un hijo, mi hijo, y nadie estaba feliz. Cuando papá me veía por el retrovisor

  • La verdadera huída

    Después de hablar con Mira me sentí como un estúpido. Mientras manejaba a mi antigua casa miles de ideas y pensamientos me abordaban. A pesar de que Mira era una mujer de servicio, sin la educación de los dueños de la casa tomó la determinación de irse y se llevó todas sus cosas y su hermano Samuel salió también pero directo a San José, los dos hermanos tomaron decisiones inteligentes sin discusiones. Días atrás cuando el doctor Caster y el señor Arturo me hablaron de que debíamos ya pasarnos a la otra casa dudé ¿Por qué? Porque me torturaban las palabras de Alex.Ella estuvo sola, desilusionada por mí, pensando que la había dejado por Lucy y Alex se encargó de no defenderme, de que ella creyera que yo me había ido rendido por Lucy, y yo un estúpido, estúpido sin decisión. Engañado y quizás

  • Come, duerme, lucha

    Esta vez abrí los ojos, ambos, y eso me causó dolor. Tenía la cabeza más erguida así que de inmediato lo vi de frente a mí. No había sido un sueño, Aníbal estaba parado frente a mí, revisaba mis pies.-¿Qué haces aquí? –Le pregunté y traté de apartar los pies, lo cual pude hacer por primera vez en días.-Debo terminar de clocarte el ungüento.- Respondió muy serio.-No quiero que me toques.-De acuerdo.-Subió ambas manos. Tenía algo de barba y el cabello largo enmarañado.-¿Por qué estás aquí? –Se acercó y no respondió, tomó mi ojo sano y levantó el parpado, luego el otro con más cuidado.-No me toques te dije ¿por qué estás aquí?-Soy doctor o no lo sabias.-Su tono era frío y su mirada

  • La duda

    Dicen que viajar en avión es de lo más cómodo y rápido. Para mí estas 9 horas de viaje han sido agónicas. Raquel observa cada cosa que hago y Lucy no deja de quejarse de que yo no esté junto a ella en primera clase. No podía pagar los tres pasajes en ese sitio pero ella debía ir cómoda. Quise dormir para que al despertar el tiempo me dijera que estaba más cerca de María Victoria, no lo conseguí. Tomé un par de tragos y comencé con el abuelo que tenía al lado, muy simpático, él si se durmió luego de dos whiskies y yo otra vez entre las nubes y las revistas de turismo. El avión sólo flotaba y flotaba, unos niños corrían por el pasillo en busca de refrigerios y me entretenía viéndolos, después de una hora no los vi más, la madre era venezolana y los nalgueó para que se quedaran quietos,

  • Sin dueño

    Antonio iba detrás de mí. Vestí sencilla para acudir al tribunal, franela gris y jean azules. En cuanto me tocó pasar descubrí a Gary en el fondo, de pié, vestido de gris, las manos en los bolsillos.-Buenos días.-Saludé. Hernán ya estaba adentro y se levantó al verme.-Buenos días, ha llegado a tiempo.-¿Todo está listo?-Sí, tomé asiento.Me señaló una silla, Gary se acercó un par de pasos, un juez charlaba con alguien de su oficina.-Paz, paz Antonio-Le dijo Gary.-¿cómo estás?-Se dirigió a mí.-Bien ¿y tú?-Bien. Quería hablarte al salir de aquí sí se puede.-A solas no.-Respondió Antonio.-De acuerdo.El juez por fin se colocó en su posición, habló dos cosas con H

  • Atrapado

    Dos semanas aquí. Dos semanas de agonía. Me miré en el espejo del hotel y casi salto del susto. Llevaba una barba fea y desaliñada. El cabello era una maraña que gracias al frió lucía opaco y mis ojos eran unas puyas, hundidos.Hacía ya cuatro días que Lucy había salido del hospital y siete que había despertado con claridad. La contusión había afectado su lado izquierdo y solía ser torpe con sus manos, había que ayudarla a comer y a bañarse. Me parecía que estaba encantada, yo le hacía todo. Raquel pasaba con ella solo el tiempo en que yo salía a buscar medicinas y caminar, bueno sólo sucedió esa noche. Lo cierto es que Lucy me tenía para ella y si le dolían algunas partes de su cuerpo pero se recuperaba.No había un día en que no pensara en ella. El mismo Madrid me traí

También te gustarán

  • Cuando Sus Ojos Abrieron
    Cuando Sus Ojos AbrieronSimple Silence11.2M leídos
  • Déjeme ir, Sr. Hill
    Déjeme ir, Sr. HillSuperficie del Sur4.4M leídos
  • Esposa Pecadora
    Esposa Pecadora Sixteenth Child4.0M leídos
  • La Heredera Divorciada Billonaria
    La Heredera Divorciada BillonariaQuiero comer carne4.0M leídos
  • UN BEBÉ PARA NAVIDAD
    UN BEBÉ PARA NAVIDADDay Torres3.1M leídos
  • La Pequeña Novia del Sr. Mu
    La Pequeña Novia del Sr. MuGato con sabor a limón2.6M leídos

Novelas relacionadas

  • Me casé con la chica del bar
    Me casé con la chica del bardalsantoftmartinez 6.4K leídos
  • ¿Sería mi esposa, señorita?
    ¿Sería mi esposa, señorita?Javiera Bielefeldt6.4K leídos
  • La esencia del diamante
    La esencia del diamante Lorena G Muñoz6.4K leídos
  • SR: TENTAÇAO. Um CEO irritante e provocante...
    SR: TENTAÇAO. Um CEO irritante e provocante...Milla Rech6.4K leídos
  • Un príncipe en Construcción
    Un príncipe en ConstrucciónVirginia Camacho6.4K leídos
  • Mi Villano Amor
    Mi Villano AmorElemer6.4K leídos

Nuevas novelas de lanzamiento

  • Fuiste tú
    Fuiste túPaloma Novelo4.6K leídos
  • Un Italiano Escandaloso
    Un Italiano EscandalosoNatalie Jones8.8K leídos
  • Un amor XL para el mafioso.
    Un amor XL para el mafioso.Sunflowerfield1.6K leídos
  • La Mafiosa Y El Magnate Viudo
    La Mafiosa Y El Magnate ViudoYosebeth Kaori 💚951 leídos
  • AMOR PROHIBIDO
    AMOR PROHIBIDO Carlota Pereira905 leídos
  • Volver a empezar
    Volver a empezarPaola Arias5.6K leídos

Libros interesantes del mismo período

  • El color de la venganza
  • ¿Sería mi esposa, señorita?
  • Jaque a Hades
  • Destino
  • Victoria, vida
  • Victoria, tierra
  • Victoria, edén
  • Máximo: El jefe
Comentarios Deje su reseña en la aplicación
No hay comentarios
28 chapters
Prólogo
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Hace tiempo, años atrás, vivía yo en un hogar maravilloso, mis padres se amaban y a cada instante se lo demostraban. Despertarme e irme a dormir eran para mí un dulce momento, vivía en el Edén, no faltaba nada hasta que todo faltó, desde el amor de mamá hasta el calor de mi hogar. Me vi obligada a tocar tierra y conocer entre los humanos ángeles y demonios que formaron mi carácter, momentos que me hicieron llegar al cielo y, luego, como si nada, encontrarme perdida en medio de mis decisiones, mirándome reflejada en el espejo llena de errores, olvidando mi ruta, esa que mamá surcó para mí y que detrás siguieran mis hermanos. Decidí entonces, reconociéndome, que ya no más, que me levantaría y lograría reivindicarme, ser la María Victoria que quiero ser, amar y esperar ser amada, aunque con eso cada quien pague por sus culpas. <
Leer más
Primera parte- María Victoria
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Llevaba esperando más de tres horas a Hernán Bellorín, le presté mi auto para que fuera y viniera a San José y eso sucedió a las nueve de la mañana, que yo supiera, los arreglos en la carretera de tierra no duraban hasta tarde, ¿qué lo podía haber retenido? iban a dar las siete y quince de la noche, veía el reloj cada cierto tiempo, o cada cinco minutos para ser sincero. Las enfermeras de guardia se extrañaban de verme todavía en la clínica, ahora que era yo el director, a las tres ya estaba listo para partir, claro no a casa, al hospital general a ver algún caso de niños, algo que sonara extraño.Lo cierto era que desde las tres y treinta iba yo de mi oficina a la ventana donde Hernán, el abogado que le había conseguido a María Victoria debía estacionar mi carro. El día que fui al bufete de abogados para buscar a Gary, idea
Leer más
Soluciones
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Después de enterarme que Nilvia y papá se querían, algo en mí cambió por completo. Emanuel siempre quiso que eso fuese así, de niño empujaba a papá a que la notara y veía en ella a la mamá que habíamos perdido. Yo siempre estuve más renuente, al principio porque pensaba que ella le robaría el amor a mamá pero con el tiempo vi que eso nunca ocurriría, papá adoraba a mi madre y su recuerdo, pero Nilvia estaba viva y ella no. Por las mañanas arreglaba el jardín, estaba un poco descuidado, de hecho busqué a alguien que lo mantuviera cuando yo no estuviese. Me iba a la playa y caminaba por largo rato, a veces sola, pero la mayoría de las veces con Emanuel, juntos hacíamos ejercicio, el doctor Caster nos había recomendado algunos, aunque mi hermano estaba totalmente restablecido, a veces se despertaba entumecido, en mi caso era el hombro
Leer más
La rosa
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Desde que tuviera esa tarjeta en la mano mi espíritu no tenía calma. Empeñarse en ir era una locura, pero si yo me empeñaba en que no sería mucho peor.Hasta donde sabía Lucy no estaba enterada de los problemas entre María Victoria y Gary y ese día sabría que se divorciarían. Siempre le cayó mal la chica, quizás se me notaba mucho el interés por ella, siempre trataba de menospreciarla, se inventaba detalles de su físico o su vestimenta que estaban fuera de lugar, pero yo no me molestaba en aclarar nada.El jueves vi partir a Mira y a Samuel, llevaban equipaje como para un año y se veían muy felices, yo no tenía por qué estar triste pero lo que si estaba era muy nervioso, más desde que notara esa mirada en Hernán.El día sábado Lucy me despertó muy temprano, estaba inquieta, excitada por el viaje, hab&iac
Leer más
La boda
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Teníamos en la mano unas cintas para escoger cuando llegó Mira acompañada de Samuel, dos maleticas y una enorme sonrisa. No solo yo, Nilvia también se sintió muy feliz, era como ver llegar a un hada protectora.Samuel se ocupó con los hombres del trabajo pesado y nosotras luego acompañadas por Rosita, Silvana y la señora Leticia pasamos las horas decorando y organizando el festejo. Nilvia era una mujer de gustos refinados y asertivos, casi siempre estábamos de acuerdo y por demás agradadas. Su felicidad era evidente y la de mi padre también, pero para quien esto era un sueño hecho realidad, era Emanuel, la cargaba, la besaba y ella se dejaba querer cual mamá consentida.El día viernes el doctor Caster se autonombró nuestro catador y dio el visto bueno a todos los bocados exigiendo a veces corroborar con una segunda probada.Supe que el viernes por la noche ll
Leer más
Camino de pretendientes
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
-¡Esto es ridículo! ¡Ridículo!Gritaba Lucy en la habitación de la posada, no había gran diferencia, luego de ¡adiós a los novios! Y el ramo que atrapó Silvana, Lucy fue directo a nuestro auto, ni siquiera se despidió de su padre y a mí no me quedó de otra si no seguirla, dijo lo mismo todo el viaje en el auto y después de bajar y al subir y ahora que estábamos encerrados en la habitación caminaba furiosa despojándose de zapatos, aretes y hasta del vestido.-¿Qué es lo que te parece tan ridículo?-le pregunté quitándome la chaqueta azul.-Todo de esa niña. Que ahora sea la dueña y señora de todo.-No es la dueña y señora, simplemente tiene parte en los negocios.-Parte, parte muy grande, la invitarán a nuestras reuniones, la veremos en la prensa.-Por favor de
Leer más
Anibal Campos
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Durante mi trayecto a la clínica me sentía muy segura, había decidido no dar más larga al asunto de tomar mi futuro por los cuernos.Antonio nos llevó a Mira, Samuel y a mí a la ciudad y me esperaría en la tarde para llevarme. Mira me había dicho que él llegaba temprano al trabajo, así que llevaba poco más de hora esperando. Cuando entró buscó de inmediato mi rostro, sus ojos estaban acuosos, entró y cerró.-María Victoria.-Saludó y sonrió como tenía tiempo que no lo veía.-Doctor.-Lo saludé y asentí, me recorrió completa, yo había elegido un pantalón negro de talle alto a la rodilla con una blusa blanca al cuerpo sin mangas y zapatillas negras muy cómodas.-Llega tarde.-Trate de sonar seria y segura, me había hecho una cola alta para no caer en el juego de los nervios y el cab
Leer más
Desiciones
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Al salir del restaurante la guié por el codo, tenía tanto encanto, tanto cuando era soberbia como cuando era sumisa. Bajaba la mirada y sus pestañas coqueteaban conmigo, si jugaba, me encantaba, el tiempo que comió y bebió ya no estando molesta sus labios parecían motas regordetas que se ocultaban en sus mejillas sonrojadas. Mi cuerpo se deleitaba ante ella, sin contar que mi espíritu ya no deseaba oponerse. La blusa blanca entallaba su abdomen y así subía a sus senos, los cuales recordaba muy bien, el pantalón negro no disimulaba el desarrollo de sus caderas, el vientre plano y las nalgas pomposas y justas para sus piernas largas. No le pregunté cuál era su color preferido, ni su día favorito, ni si floral o bouquet, me bastaba ver ese interesante resplandor en sus ojos cuando comenzaba algún tema que le interesaba, los cuales sorprendentemente también me interesaban a mí
Leer más
Muy azul
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
Me sudaban las manos durante todo el trayecto, pasé todas las horas, luego de despedirme de el en la entrada de la clínica, pensándolo. Me resultaba increíble como mi método de frialdad había funcionado, él parecía tan decidido, mi miedo era que esta mañana tomara la misma actitud de distancia como en otras ocasiones. Decidí venir con Silvana, para que se familiarizara con la ciudad, ambas nos bajamos del auto y Antonio nos avisó que esperaría cerca. Decidí vestir con una blusa sencilla color verde y tirantes plateados junto con una falda a la rodilla ajustada y zapatillas, ya era lo suficientemente alta y siempre el calor me molestaba en los pies. Caminamos directo a su oficina, iban a dar las nueve, toqué un par de veces y abrió una enfermera.-Buenos días soy…-Si, adelante señorita Ríos, soy Doris.Señorita Ríos,
Leer más
La Lucy
Victoria, purgatorio/Gregoria R. Márquez Díaz
En la clínica estaba Antonio, apoyadas sus caderas al auto, comiendo un helado de paleta. María Victoria lo vio interesada, me detuve frente a él y la miré.-¿No le darás respiro a Antonio ahora que Nilvia está de luna de miel?Me miró, tenía una mirada profunda, maquillada parecía mayor.-Antonio trabaja para mí ahora.-¡Vaya! ¡Sorpresa! Tienes chofer, quieres restaurante, clínica, casa.-Sí, quiero todo eso ¿está mal? –Me retaba.-No, si no te cambia-Miró al frente.-¿te la llevas bien con él?-¿Con quién? ¿Antonio? Claro, lo conozco desde que soy niña.-A mí también.-Me la llevo bien contigo.Reí y ella rió muy cortico.-Necesito hacer esto Aníbal.-Me parecía increíble escucharla pronunc
Leer más
Leer más
  • Quiénes somos

    Sobre nosotrosTérminos de usoPolíticas de privacidad
  • Contacto

    ColaboraciónPalabras claveReseñas de libros
  • Redes Sociales

    FacebookFacebook grupoinstagram
  • GoodNovel
  • MegaNovel
  • GoodFM
  • GoodShort