Narra Romina
¡Dios! No pensé que buscar en la vida de mamá fuese tan difícil, no hay nada que la pueda relacionar con el socio de Dante.
Me recuesto y cierro los ojos y siento el beso que me dio Julián el otro dia en el centro comercial, fue tan especial.
Abro de golpe de nuevo mis ojos y… no puedo seguir pensando en alguien que no es mi esposo.
¿Esposo? Dante no me ama y tengo la corazonada de que no lo hará, ese día lo dieron a entender su hermana y Karen.
Estoy esperando a quedarme sola para indagar en la habitación de mi madre y buscar alguna pista y descubrir que es lo que tanto me está escondiendo.
—Oye, tú, Casandra me dijo que te arregles, porque pasará por ti. —Dice la amargada esa con cara de pocos amigos.
—¿Por qué? — Tengo curiosidad.
—Sólo haz lo que se te pide. ¡Dios! Eres insoportable. —Ella es la insoportable.
Me levanto de mi lugar y voy a mi habitación. La verdad no tengo mucha ropa y la de gala que me han comprado, mi madre la ha regalado. No tenía porque hacer eso,