Capítulo 66.
-¿Es sorpresa? -Pregunté mirando la mesa.
Ninguno de los lobos había llegado a la parte del postre.
-No. Te he pedido duraznos, tu favorito. - Dijo colocando casualmente su brazo en el respaldo de mi silla.
-Me conoce taaaaan bien. - Dije haciéndole ojitos. Me incliné hacia su oido procurando no hablar muy alto, pero claramente las lobas que tenían su atención puesta en él nos estaban escuchando. -¿Después podríamos ir a otro sitio?
-A donde tú quieras.
Solté una risita y por fin la loba de ojos azules que se encontraba parloteando cuando llegué, se aclaró la garganta.
-¿Si? - Preguntó el Alfa con voz fría mientras tomaba un pequeño tomate de su plato y me lo ofrecía.
Oh, dulces verduras. Lo tomé con mi boca directamente de sus dedos. Gruñó con satisfacción y yo también lo hubiera hecho si no hubiera ya un segundo tomate cerca de mi boca.
-¿Se quedarán a pasar la noche, Alfa Supremo?
-Quizá. ¿Es eso un problema?
El Alfa le arqueó una ceja y yo lo imité solo por d