Capítulo 42.

Miré su amplia espalda hasta que desapareció.

No me sorprendía que el Alfa Supremo le haya contado cómo fue que llegué hasta aquí o los motivos por los que quise unirme. Era su mano derecha y todo eso.

No me molestaba que lo supiera, no estaba escondiendo mi pasado a propósito, era solo que a nadie le concernía más que a Gail y amí.

Y, de todas maneras, no iba a mi antigua manada.

Cerré los ojos nuevamente disfrutando de los rayos del sol que se filtraban entre las copas de los árboles.

Gail se había escondido bajo las sábanas y negado a ir al entrenamiento de hoy. Creí que se encontraba enfermo hasta que Ef murmuró por lo bajo que hoy sería la primera luna llena invernal.

Entonces me di cuenta de qué día era hoy.

Aunque Rep no me hubiera acompañado hoy fuera de la manada, me hubiera quedado fuera de la cabaña que compartía con Gail porque no me dejaría entrar.

Y dudaba que me dejara entrar durante los siguientes días. Debía de conseguir un lugar provisional... despu
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