En cuanto las palabras salieron de su boca, se escuchó un gemido tan grotesco que, por un momento, todos en el claro se paralizaron. Yo miré hacia allí.Un animal herido de muerte.Jeremías aullaba y se retorcía mientras la multitud que antes lo golpeaba ahora no sabía qué hacer.Lo comprendí. Si lo que Alderik le había dicho a Liam era cierto, entonces Nuestra Gran Madre lo estaba guiando hacia su pareja destinada al dejarlo estéril e impotente. Sin embargo él decidió tomar a Lina en una segunda oportunidad; claramente ella no era su pareja destinada ya que pudo decir las palabras de rechazo con demasiada facilidad, así que desperdició su segunda marca en mi hermana y ahora... bueno, Nuestra Gran Madre al parecer había decidido aumentar su guía para que eligiera correctamente.Después de unos segundos el lobo calló de repente. El silencio después de eso fue ensordecedor.-Mierda. - Susurró Gail.Lo miré regresando mi atención a nuestra pequeña burbuja.Lina parecía estar convulsion
-¿Lo mataron ustedes?- Pregunté curiosa. -No. Algo pasó cuando lo rechazó esa loba, su corazón se detuvo.-Dijo Liam mirando el cadáver. - ¿Alguien quiere postularse para el puesto? Silencio. Liam gruñó y yo suspiré internamente. No podríamos irnos de aquí hasta asignar a un Alfa. -Bien. Yo escogeré a alguien adecuado, mientras tanto regresen a sus casas y labores. Tendremos una nueva reunión más tarde, ya les avisaré. No hubo lágrimas ni pena por la muerte de su Alfa ni por la loba que aún se encontraba atada a un árbol. En cuanto el claro se vació, me acerqué a la anterior Luna de la otra manada. -Lamento su pérdida. ¿Quisiera que organizara todo para que pueda llevar a su pareja a casa? Ella dejó de sollozar lo suficiente como para responder. -¿Casa? ¡¿Qué casa?! ¡Él era mi casa y la unica razón por la que me encontraba en esa manada! -Aún está su hijo allí, no la expulsará... -Él no es mi hijo. - Dijo con seriedad. - Es un jodido parricida. -El duelo fue p
Mientras arrastraba a Lina por el brazo, ella no dejaba de lloriquear y maldecir. A mí, a la manada, a su pareja... a su hermana. -Mi cuerpo... mi hermoso cuerpo. Ciertamente ya no era hermoso. De hecho me estaba cuestionando si Nuestra Gran Madre no le había dado como castigo por el rechazo que su cuerpo no se curara adecuadamente. El Alfa Supremo le dió su sangre, en teoría tendrían que desvanecerse las heridas sin dejar rastro después de un par de minutos, sin embargo en ella quedaron cicatrices profundas, desiguales y horribles en general. -Estúpidos, todos son estúpidos... La ignoré. Después de contarle a Iris todo lo que había descubierto de Lina y todo lo que dijo Dominic al respecto en nuestro territorio, ella había quedado devastada. Lo sabía. Incluso cuando Bianca dijo un par de cosas al respecto, supe que su alejamiento emocional se debía a que no quería aceptar la verdad: Lina estaba demente. De hecho, Abi y yo nos habíamos cuestionado mencionarle alg
Después de llevar a Liam a que tirara la basura al río y dejarlo que cargase una veintena de duraznos por mí, fuimos a la Casa de la Manada. -Come rápido. Debemos revisar la oficina del Alfa. ¿Quieres proponer a alguien para el puesto? -No se me ocurre ningún candidato. - Dije encogiéndome de hombros. Viendo a toda la manada reunida pude percatarme de que los guardias de mi padre que podrían haber estado capacitados para el puesto ya no estaban.Quería pensar en que huyeron de la manada junto a sus familias ya que faltaban los miembros de éstos. -Sabes lo que significa. - Dijo negando con la cabeza. - Si te incomoda, puedes llevar a la loba Bianca de regreso a su territorio y volver a nuestra manada desde ahí. Te seguiré en cuanto termine aquí.Él se refería a que para buscar a un candidato a Alfa tendría que interrogar a los actuales guardias, escoger a alguno y que éste estuviera de acuerdo. El proceso podría tardar días, sobre todo porque ya habían dejado en claro que nadie q
Si a las Lunas no les gustaba la competencia, a los Alfas tampoco. Un lobo que había intentado dormir con la hija del Alfa solo podría aspirar a querer ser Alfa del territorio. Lo exiliarían más rápido Bianca continuó. -Me enteré solo porque tengo una buena relación con mi nueva Luna, así que ofrecí reunirme con Lina para asegurarle que mi boca estaba sellada. Y, bueno, ese encuentro no fue como lo esperaba: Lina ya había perdido la cabeza. Dijo que mi palabra no le bastaba, así que tomé una decisión y pensé en distraerla utilizando su nombre.- Dijo con un suspiro. - Ella siempre se distraía si lo hacía. Y yo... bueno, no sabía si usted estaba escondiendo el que estuviera viva después de lo que pasó en esta manada. No pensé profundamente en las consecuencias. Esperé a que terminara antes de hablar. -Gracias por contarme. Acepto tu disculpa. Le di parte de mis duraznos porque era una ofrenda de paz y devoré los que me quedaban. Ella se vió visiblemente aliviada. Le sonreí. -¿
El tiempo era relativo en su reino. Un año, un mes, o un minuto podían sentirse de la misma forma en su limbo personal. Así lo había creado cuando moldeó a sus hijos, carne de su carne y sangre de su sangre. En este reino fuera de los límites de la Tierra era en donde las almas de esos hijos vagaban hasta que fuera el momento de volver a la Tierra para comenzar una vez más el ciclo de la vida. Entre sus muchas funciones, Gran Madre supervisaba ese reino y las reencarnaciones, por lo que se encargaba diligentemente de enviar a esas almas de una a una procurando que las almas afines que se complementaban nacieran más o menos en la misma época de la tierra. Gran Madre caminaba entre las almas en forma de pequeñas llamas ardientes de colores y seleccionaba cada una con cuidado. Las almas confiaban en ella y seguían su voluntad. Sin embargo ahora mismo tenía dos almas problemáticas. Una se había negado a reencarnar sin importar que su verdadera pareja ya se encontrara espe
Liam. Me era extraño el internarme en este territorio caminando. Las últimas veces que estuve aquí no eran precisamente para tener una visita social, por lo que no llegué caminando. Alderik apareció muy pronto en mi camino y me observó con curiosidad. -Hijo de Alfa, ¿Has venido a pedir un nuevo favor? Yo levanté lo que tenía en mi mano y hubo silencio de su parte. No uno incómodo, sino uno de confusión. -Vamos al río. - Dije y comencé a caminar. Él me siguió poco después. Una vez en el lugar, me senté y destapé la botella. -¿Qué es? -Alcohol. -Bueno, eso puedo olerlo. - Dijo el lobo blanco inclinando la cabeza un poco. - Me refiero a qué es lo que tienes que decirme. Yo me eché a reír. -Perdona, soy terrible para esto porque nunca había tenido un amigo. -¿Amigo? Le di una sonrisa rápida y tomé un buen trago de la botella. Eso quemó horriblemente hasta el fondo por lo que hice una mueca. -Estoy perdido. - Dijo el lobo blanco. -Ya somos dos. - Dije sa
La cabeza del Alfa Ayax rodó por la alfombra ante los ojos atónitos de todos. -Mató... ¡Mató a su padre! - Gritó una de las lobas de mi manada que sostenía mi velo. -¡Corre! ¡El yer... yerno mató a su suegro! Los invitados corrían en todas direcciones, los gritos resonaban por toda la sala. Me sorprendió ver a mi nueva pareja sacudiendo sus garras para limpiar los restos sangrientos de ellas, por lo que me quedé quieta en un primer momento. A mí lado, mi hermana menor tembló de miedo. -¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ MATÓ A MI PAPÁ, POR QUÉ?! -Grité en cuanto me recuperé de la impresión. El me miró con una sonrisa siniestra. -¿Por qué? No hay razón, lo maté porque quise. Jeremías se lamió la sangre de sus garras sin apartar la vista de mis ojos. -Ahora te toca a ti, mi querida Luna. Di un tembloroso paso atrás, pero no había hacia dónde correr. -¡Guardias! ¡Guardias! Grité y apreté con fuerza la mano de mi hermana. Pero nadie me contestó, todo se volvió en caos. Mi