Capítulo 118.
Regresamos con la manada de la mano.
Si a alguien le pareció extraño se guardaron sus opiniones. Incluso Gail dejó sus comentarios sarcásticos y sus miradas burlonas.
Quizá me había perdido algo.
-¿Listos para partir, manada?
-Si, Alfa.
-Bien.
Se transformó y me dió la espalda para que subiera.
-Iremos al siguiente punto a investigar y luego acamparemos en el bosque si no encontramos nada interesante. - Dijo el Alfa con voz tranquila.
Imaginé que esa información era para mí.
-Si, Alfa.
Partimos en silencio, pero unos cinco minutos después mi curiosidad pudo más.
-¿Puedo preguntar qué pasó con los Renegados que encontramos?
El Alfa se tardó tanto en contestar que pensé que solo estaba ignorando mi pregunta.
-Tú estás en contra de aprovecharte del débil, yo estoy en contra de dejar cabos sueltos, Vomi.
Ah.
Tenía sentido, de hecho.
No necesitaba tener a unos cuantos renegados con rencor buscándolo en el futuro.
Ya tenía suficiente con los que lo busc