Mundo ficciónIniciar sesiónJulieta
Odio la forma en que me menosprecia, pero amo la sensación que recorre mi cuerpo cuando empieza a enfadarse. Es un arma de doble filo, que hace que mi estómago se llene de mariposas y que mi mente se derrita dentro de mi cabeza. Soy como una maldita adicta a su agresividad, y me descubro provocándolo solo para obtener más.
Sé que a él también le gusta. ¿Cómo no, cuando su polla triplica su tamaño cada vez que lo hago enfadar?
Me lamo los labios cuando el coche se detiene frente a un pequeño motel, perdido en alguna carretera olvidada en medio de la nada. Es el lugar perfecto para escondernos, pero, como el sótano del puesto avanzado, no me ofrece ninguna vía de escape de Venedikt.
No es que quiera escapar de él. Solo significa que estamos pegados como pegamento durante el tiempo que nos quedemos aquí.
—Conseguir&ea







