Kasyan
No necesito que Jinx traiga a la policía a mi club nocturno. El lavado de dinero ya es bastante peligroso como para tener empleada a una mujer ansiosa por volver a la cárcel.
Y también tiene que quitar mi maldita dirección de su identificación. Nunca debió estar ahí. Lo único que hice fue ponerle un techo mientras se recuperaba, y eso fue hace tiempo.
Jinx sale del vestidor junto a Jennifer. Están sonriendo y hablando como si fueran amigas. Probablemente lo sean. Resulta extraño que Jennifer la aprecie tanto, especialmente después de las noticias. Esa mujer no sabe cómo mantenerse fuera del peligro. Está empezando a comportarse de manera imprudente.
O quizá el imprudente soy yo… después de matar a cuatro personas en menos de veinticuatro horas. Tengo suerte de que los policías que tocaron mi puerta esta mañana no vinieran buscándome a mí en lugar de a Jinx.
Enciendo un puro, girándolo entre mis dedos mientras la llama tuesta la punta del tabaco. Hoy no puedo soportar nada demas