En ese momento Óscar corrió y tomó el suficiente impulso para dar una fuerte patada voladora, alejando al hombre de Gabo. Colocó en compás sus piernas y separó sus manos esperando a que alguno lo atacara.
Uno de los sujetos soltó a Carlos Gabriel y se dirigió a Óscar, entonces comenzaron a soltarse golpes.
Gabo de inmediato propinó de golpes al otro sujeto, y cuando lo vio en el piso casi inconsciente corrió a buscar a Pau.
Pau temblaba sin poder controlar su cuerpo, se encontraba unas calles adelante, oculta entre unos arbustos, balanceaba como cuando era niña su cuerpo. Mientras se abrazaba a ella misma.
Gabo caminaba por las calles sin saber a dónde dirigirse, sentía el corazón en la garganta, temía tanto que esos infelices se hubieran llevado a Pau, para ahondar más la situación su móvil había salido volando en la pelea, y no lo recuperó.
—Pau —gritó con desespero, mirando que no lo estuvieran siguiendo.
Paula María abrió los ojos al escuchar la voz de su ángel.
—Aquí —dijo con