(POV: Ishtar)
La anomalía no estaba en el radar.
No en el oficial.
Pero yo la sentí.
Como una punzada detrás del esternón.
Como un murmullo vibrando bajo la piel, en un idioma que solo el Ignis Lux entiende.
No era miedo.
Era llamado.
Instinto.
Ignis Lux pulsó con fuerza en mi pecho, ardiendo sin previo aviso, sin permiso.
Un calor que no era mío… pero que me reclamaba.
Pedí permiso para una patrulla solitaria en el sector C-9.
Zona de baja amenaza.
Solo una hora.
No mentí.
Solo omití que algo me estaba arrastrando.
Algo que no podía explicar con lógica… pero que ardía como si me gritara desde dentro.
El bosque en C-9 no se sentía normal.
No había viento.
Ni canto de aves.
Ni crujido de ramas.
Solo un silencio apretado.
Antinatural.
Como si la naturaleza misma estuviera conteniendo el aliento.
Cada paso que daba era meticuloso, calculado.
Pero mi pecho…
estaba en guerra.
Sentía algo en la nuca.
Una presión.
Como si alguien me apuntara… desde adentro.
Y entonces lo vi.
Un cuerpo.
De pi