Seraphine cayó de rodillas, respirando con dificultad. Las lágrimas corrían por su rostro sin poder contenerlas.
Alaric regresó con el cuerpo lleno de heridas, pero se obligó a mantenerse en pie. Inmediatamente abrazó a Seraphine, estrechándola con fuerza.
—No estás sola. Te lo prometo, no dejaré que caigas en sus manos.
Rafe se sentó sobre las ruinas, el rostro endurecido pero con la preocupación reflejada en sus ojos.
—Ahora está claro. Nuestro enemigo no son solo los Bloodshadow. Ellos tienen… un linaje, igual que tú.
Liora tomó la mano de Seraphine, su voz suave.
—Si él es parte de tus antepasados, eso significa que tu sangre también es la clave para sellarlos de nuevo. Tenemos que encontrar la manera—antes de que pierdas el control.
Seraphine se enjugó las lá