Las lágrimas de Seraphine fluyeron. —No… no seré de ustedes.
Cerró los ojos, recordando los rostros a su alrededor—Alaric, Rafe, Liora. Las personas que habían elegido permanecer a su lado.
Un segundo después, alcanzó las sombras que brotaban de ella, ya no luchando contra ellas, sino tomándolas, oprimiéndolas, torciéndolas con la luz. Se oyeron gritos, su cuerpo casi se rompía.
Pero poco a poco, la sombra enfurecida cambió de forma. De la niebla oscura surgieron alas negras en la espalda de Seraphine, mezcladas con la luz blanca que brillaba a lo largo de sus plumas.
Liora se quedó boquiabierta. —Ella… está controlando a ambos…
Seraphine se incorporó, sus ojos resplandeciendo en dualidad. —No soy Luz pura. No soy Sombra pura. Soy su equilibrio.
Batió sus alas y se elevó al