Libro II Cuando era una niña mis padres me contaban acerca del mundo, las aventuras que vivieron, los peligros que enfrentaron, los amigos que conocieron. Pero no había una historia que me gustara escuchar más que cuando se encontraron. Así que mientras crecía siempre anhelé tres cosas: 1- Ser mayor de edad para poder transformarme y conocer a mi loba 2- Vencer a mis hermanos mayores para demostrarles que yo no era menos por ser una chica 3- Conocer a la persona que se convertirá en mi mate, mi otra mitad, mi pareja Claro que nunca conté con los secretos que ocultaban mis padres me cambiaran la vida completamente. Pero bueno, es mejor que tú leas mi historia desde el principio para poder entender. ~Julieta Andrewson McKensie, StarryNight Moon~
Leer másMi trasero chocó con el piso y un quejido de dolor salió de entre mis labios.
-¡Concéntrate en tú oponente Julieta!, ¡Ese ataque era demasiado obvio!-.
Los gritos de "apoyo" del Beta de mi madre Logan no hacen que me sienta mejor.
Con molestia me levanto y regreso a una postura defensiva. Mi hermano Jace está en frente de mí. Sin playera, sin zapatos o calcetines, solo usando un pantalón deportivo. Haciendo que todas las perras de la manada estén viendo nuestro encuentro babeando por el cuerpo bien trabajado de él.
Ugh, asqueroso.
Aunque no podía quejarme, pues aunque los machos de la manada no fueran tan descarados como las hembras. También había uno que otro que se me quedaba viendo más de la cuenta debido a mis shorts apretados y al sostén deportivo que era lo único que me cubría.
Tanto mi cuerpo como el de mi hermano estaba bañado en sudor debido a las largas horas que hemos dedicado a entrenar bajo la apabullante luz del Sol. Mi pecho sube y baja mientras trato de controlar mi respiración y ocultar el hecho de que mis músculos pesan como si fueran de plomo. Solo quiero acabar con esto y comer algo.
Adelantándome a mi hermano, está vez soy yo la que se le acerca y le aplico una llave con mis piernas, eso hace que ahora sea él quien caiga al suelo. Punto para mí. Jace logra tomar una de mis piernas mientras cae y me derriba con él. Punto para mi hermano.
Ambos caemos sobre nuestras espaldas y perdemos el aire.
-¡Alto! Esto solo es un ejercicio, pero si fuera un combate real lo hubiera ganado Jace. Julieta, ¿Puedes decirme por qué perdiste?-.
Detesto cuando me dan sermones de moralidad cuando acaban de patear mi trasero.
-Jace mantuvo una postura ofensiva todo el tiempo, no perdió terreno y acertó sus golpes en lugares vitales. En cambio yo estuve distraída y no lo pude evitar a tiempo en varias ocasiones-.
Digo con voz irritada y entrecortada. Joder que todo mi cuerpo me dolía. ¿No podíamos dejar las lecciones para más tarde cuando no estuviera tendida en el pasto? Al parecer no.
-Exacto, aunque también derribaste a tu hermano en varias ocasiones y lo golpeaste en otras. Tus técnicas no fueron tan efectivas como las de él. Tu mayor error fue tu propia estrategia y la falla de tus habilidades para llevarla a cabo. Cada combate es único porque nunca podemos predecir lo que hará la otra persona. Por eso siempre debemos de prestar atención a las señales que nos dan. Piensen en eso hasta el próximo entrenamiento. Terminamos por hoy, pueden descansar-.
Jace y yo dejamos salir un suspiro de alivio. Logan nos dio una mirada divertida.
-¿Están seguros de ser hijos de mi Alpha Rae?, esa mujer tiene casi un milenio y tiene más energías y fuerzas que ustedes dos juntos-.
-Le voy a decir a mamá que vas soltando su edad a los cuatro vientos, estoy seguro de que se reirá mucho-.
El Beta palidece con el comentario de Jace y se aleja de nosotros mascullando algo acerca de que los cachorros de ahora no saben lo que es respeto.
Mi mellizo y yo nos echamos a reír hasta que nos duele el estómago. Nadie se salvaba de las palizas de mi madre, ni siquiera mi papá. Por lo que todos le tenían algo de miedo y muchísimo respeto. Ella era mi modelo a seguir.
Jace es el primero en pararse y me tiende una mano para ayudarme, acepto su ayuda. No creo que sea capaz de cargar con mi pesado trasero en estos momentos.
-Bueno hermanita, me parece que nos hemos ganado un pedazo de carne bien grande y un vaso de agua helada-.
-Dilo por ti hermano, me muero por un plato de fruta fresca y dulce, con jugo a un lado-.
Mi boca se hace agua con solo pensarlo. Jace rueda los ojos y me jala para abrazarme por los hombros. Ambos empezamos a caminar en dirección a la mansión.
-Como sea, pero no creo que sea capaz de esperar a nadie para cenar, en cuanto ponga un pie en la casa le pediré a la señora Bridget que me dé algo para hincarle el colmillo-.
Sus ojos tienen una chispa soñadora y el rugido de su estómago se puede escuchar hasta China.
-No creo que a Jackson le agrade que no lo esperes y te acabes todo como la última vez-.
Le digo divertida por su actitud.
Mientras caminamos la gente nos saluda y nos sonríe. Nosotros regresamos los saludos, y Jace les da una mirada de advertencia a todos los lobos que me ven con una sonrisa más insinuante.
Mis hermanos eran unos celosos territoriales de lo peor, pero así los amaba.
-Bah, ese enclenque me tiene miedo, no se atreve a pelear conmigo porque sabe que le ganaría así- chasquea los dedos, ya casi llegamos a la puerta y me trago una risa cuando veo a Jackson y Julian acercarse a nosotros, Jace no los ve pues sigue muy ocupado hablando - Te lo digo yo Julieta, solo porque Jackson es mi hermano y lo quiero es que no lo he retado por el puesto de Alpha, pero si lo hiciera es obvio que yo sería el vencedor-.
La cara de incredulidad de Jackson hace que por fin me ría, mi mellizo me ve ofendido aún sin reparar en nuestros hermanos.
-¿Por qué te ríes?, ¡Te lo digo en serio!, todos saben que yo soy el más fuerte de los cuatro y el mejor parecido-.
Dice con falsa arrogancia. Jackson y Julian comparten una mirada y se acercan.
-¿Escuchaste eso Julian?-. Dice Jackson y Jace da un salto en su lugar, voltea a ver a nuestros hermanos mayores con cara de inocencia.
-Eso me parece un reto en toda palabra Jackson, creo que nuestro hermanito tiene intención de competir contigo-.
Ambos asienten.
-Si, a mí me pareció lo mismo. ¿Tú qué opinas Julieta? ¿Le enseñamos al cachorro de la casa unos modales o qué?-.
Jackson y Julian me ven burla mientras Jace lo hace con suplica. Les doy una mirada aburrida a los tres aunque me estoy muriendo de la risa por dentro. Le doy una mirada de reojo a mi mellizo y quito su brazo de mis hombros.
-Esto no es asunto mío-.
Me encojo de hombros y camino a la entrada de la casa. Detrás de mi puedo escuchar a mis hermanos pelearse entre ellos y una mirada de reojo hace que aprecie a mi mellizo en el suelo con Jackson sentado en su pecho y Julian sosteniendo sus brazos.
Una sonrisa de oreja a oreja estira mis labios y camino tranquila hacía el comedor. Mamá ya está sentada en una de las cabeceras y ve una de las paredes con expresión seria.
-Hola mamá-.
Saludo alegre, pero parece que no me escucha pues sigue seria.
-¿Mamá?-.
Digo con duda, esta mujer parece de piedra.
-¡Mamá!-. Grito y la saco de su trance, sacude un poco su cabeza y cuando me ve su expresión cambia radicalmente. Me da una sonrisa cálida y sus ojos brillan. Pero a mí nadie me engaña, ella y papá han estado actuando muy raros esta semana. Más específicamente desde el día donde discutimos Jackson y yo en la oficina de papá.
-Hola Julieta, ¿Dónde están tus hermanos?-.
Antes de que pueda contestar los tres revoltosos llegan empujándose los unos a los otros mientras se gastan chistes. Los tres saludan a mamá antes de sentarse en sus lugares. Jace se sienta a lado mío y Jackson y Julian al otro lado de la mesa.
En cuanto estos se acomodan en sus asientos de la cocina sale la señora Bridget y un par de Omegas que trabajan aquí. Los tres traen platos con diferentes comidas cada uno correspondientes a nuestros gustos particulares. Ah, la cocinera de papá es un amor de persona, siempre consintiéndonos.
A mí me sirven un plato con una gran ensalada llena de todo tipo de frutas tropicales con miel y nueces, a parte de un pequeño plato con atún preparado. Por el otro lado a mis hermanos les dan diferentes presentaciones de todo tipo de carne. Jace por ejemplo tiene un enorme bistec bañado en salsa agridulce y unos espárragos que se ve delicioso, aunque no se me antoja tanto como mi fruta.
-¿Papá no va a comer con nosotros?-. Pregunta Julian y ahí caigo en cuenta de que no lo habíamos esperado. Con el tenedor metido en la boca volteo a ver a mi madre con expresión culpable esperando su regaño.
Pero ella niega con su cabeza mientras come su crema de zanahoria creo que es.
-Su padre tiene algunos pendientes, así no lo verán el resto del día-. Nos informa y Jace y yo compartimos una mirada preocupada.
-¿Estará aquí mañana para nuestro cumpleaños verdad?-.
Pregunto con duda y mamá me da una mirada molesta.
-Pues claro que si Julieta, su padre nunca se perdería algo tan importante. Solo se está asegurando de que todo esté listo para mañana. Saben que es un evento muy grande y no queremos que nada salga mal-. Dice muy seria y a mí me arden las mejillas de la vergüenza por haber dudado de él.
-Los dieciocho son una edad importante enana, ¿Están preparados para conocer a sus lobos?-.
Nos dice Jackson y le doy una sonrisa emocionada.
-¿De qué color crees que sea mi loba?-. Pregunto y mis pensamientos vuelan con todas las posibilidades.
-Bueno, yo soy una loba negra y tu padre tiene el pelaje miel. Jackson es de unos tonos más claro que yo pero sigue siendo negro. Julian es de un castaño claro brillante. Así que lo más seguro es que sus lobos sean en ese rango de colores-.
Dice mamá con voz reflexiva y mi hermano mayor sonríe con chulería. Ama ser el primogénito y el único macho con pelaje negro en la manada. De los cuatro él es quien tiene el ego más grande.
-Espero que mi lobo sea dorado como el de papá-. Dice Jace y a ninguno nos sorprende su comentario. Mi papá es el héroe de mi hermano menor.
-Yo solo quiero que sea lo suficientemente grande para poder patearles el trasero en combate-.
Digo con picardía y les lanzo una sonrisa insinuante a los dos mayores. Jackson rueda los ojos mientras que Julian sonríe divertido.
-Aunque el tamaño es una parte fundamental en una pelea no es esencial. Un oponente pequeño puede ser más ágil contra uno grande y usarlo en su favor para ganar-.
Dice Jackson y yo le lanzo una nuez que le da en la nariz. Ya tengo suficiente con los entrenamientos como para seguir escuchando lecciones de mis hermanos mayores.
Mamá abre la boca para regañarnos pero Dannia entra en el comedor y le susurra algo al oído. Ella palidece un poco y sus ojos adoptan un brillo extraño. Se excusa de la comida y sale detrás de su Delta con prisa.
Mis hermanos y yo compartimos una mirada. Yo no era la única que notaba a mis padres raros.
-¿Qué creen que está pasando?-. No puedo evitar preguntar.
-Ni idea-. Contestan los mellizos al unísono y se ve de lo más aterrador. Me pregunto si así nos veremos Jace y yo. Frunzo la nariz y los veo feo.
-Ugh no hagan eso, me da no sé qué, son mellizos no gemelos-.
-Ustedes dos hacen los mismo así que no te quejes- Me dice Julian.
-No es cierto-. Respondemos al tiempo Jace y yo y ambos nos vemos antes de reírnos.
Eso de ser solo mellizos era muy divertido. La mayoría del tiempo.
-Bueno hermanitos, me voy para poder disfrutar de un hermoso baño rejuvenecedor. Traten de no extrañarme demasiado-.
Les digo mientras me levanto de la mesa y todo tipo de comentarios se escuchan.
Trotó a mi cuarto y cuando paso cerca del estudio puedo ver a mis padres reunidos con sus Betas correspondientes y la Delta de mamá. La jerarquía de la manada era algo complicado de entender si no eras uno de los nuestros. Los cinco parecían tener una discusión por las caras serias de todos. Papá más que nadie se veía cansado, con bolsas bajo sus ojos y el pelo desordenado.
Me dieron ganas de quedarme y tratar de escuchar lo que estaban discutiendo, pero el Beta de papa, Noel me vio y cerró la puerta. Puse los ojos en blanco.
Ya nos dirían en cuanto quisieran, ahora tenía que ocuparme de mi misma. Mañana era la gran fiesta y mi primera transformación. Y soñaba con encontrar a mi mate en ese momento.
Lo cual no creía que fuera a pasar por que casi nadie encontraba a su pareja en su primer día como lobos pero hey, se vale soñar.
Una vez en mi cuarto puse a llenar la bañera y le agregué sales y burbujas. Me quité la ropa sudada y me sumergí en el agua caliente que relajo mis músculos.
Hummm, que bien se sentía esto.
Mis ojos se cierran mientras me relajo y en mi mente la imagen de una gran loba con ojos plata y pelaje oscuro que corre libremente por un prado aparece.
Muero por que sea mañana por la noche.
Siempre he creído que cuando me transforme mi vida cambiara para siempre.
Nunca creí acertar tanto con mis palabras...
Rafael POV-¡Un venado!, ¡Gracias a la diosa!-. Exclamo Diana cuando nos vio entrar al refugio a Leonardo y a mí.-Gracias a Rafael y a mí por olerlo, cazarlo y traerlo querrás decir-. La corrige y pongo los ojos en blanco.Ese debate suyo ya estaba más que gastado.Diana diciéndonos la importancia de nuestra deidad, Rafael diciendo que Selene puede besarle el trasero.En fin, una devota y un escéptico, no era de extrañar que siempre estuvieran peleando.Los deje en la entrada para que siguieran con su discusión de siempre y me acerque a donde Max estaba acostado, cubierto con la mayoría de nuestras prendas, la fiebre le daba un color encendido a sus mejillas y lo hacía sudar pero se estremecía de frío.Sus ojos vidriosos me dieron la bienvenida y lo ayude a tomar un poco de agua.Estaba realmente preocupado, ninguno
Max POV -La manada MoonLight expulsa a los hermanos Turner de sus tierras, a este par de traidores no los reconocemos como parte de los nuestros, que los inviernos sean largos, que la comida sea escaza, que por sus crímenes nunca puedan conocer la paz y nunca puedan pertenecer a ningún lugar-. La voz del Alpha corto con más efectividad que cualquier cuchillo. Mi corazón martilla en mi pecho con fuerza, las lágrimas se acumulan en mis ojos y un nudo me cierra la garganta. Todo esto tiene que ser un error, no nos pueden expulsar. Mi hermano y yo solo estábamos jugando. Volteo a ver mi hermano, mi héroe, mi única familia. Espero el momento en que diga que solo es un malentendido, que somos leales a la manada y al Alpha, que no hicimos nada con mala intención. Pero no pasa, en cambio para mi horror absoluto empieza a ahogarse con una risa siniestra que siempre me dio escalofríos. -Expulsarn
Rafael POV-El aroma de Rafael es fresco, tal vez un día o dos-. Le informo a Diana mientras estoy encuclillas analizando la tierra en mis dedos.-¿Por qué no podemos simplemente vivir como si nunca lo hubiéramos conocido?-. Se queja Max mientras juega con su arco.-Porque hay cosas que no se perdonan Max, casi moriste, yo no estaba en condiciones, y Rafael apenas tenía energía para salir a cazar algo, ¿Entiendes la gravedad de lo que hizo?-. Prácticamente le gruño Diana a lo que él resoplo.-Claro que lo entiendo, no soy estúpido, pero creo que lo mejor para nosotros es seguir con nuestras vidas, seguir odiándolo mientras lo buscamos por todas partes no me parece lógico ni un manera inteligente de usar nuestros pocos recursos-. Se quejo mientras inflaba los cachetes.-Ahí tiene un punto el cachorro-. Asentí mientras me pon&iacu
Jace POV-¡¿Qué demonios hace en Noctem Castra?!-. Grito golpeando con las palmas abiertas el escritorio que separa a mis padres y a mí.Mamá pone los ojos en blanco mientras se cruza los brazos y me responde.-Perdóname por no tener un refugio para vampiros preparado, me he dedicado un mileno a matarlos no a cuidarlos-. Sin poder evitarlo le enseño los dientes por su tono sarcástico.-Ella se merece más respeto, es mi pareja, no una maldita terrorista-. Papá me dio una mirada de advertencia por lo que puse distancia entre ellos y yo.Dannia estaba recargada en la pared de la izquierda observando nuestro desenlace con demasiada atención.-Que sea tu mate es el único motivo por el que sigue respirando y por lo que sabemos de ella si podría ser una maldita terrorista-. Amenaza mi madre y mis manos tiemblan de rabia.-¡¿
Bueno, voy a admitir una cosa, Rafael tenía razón y sus heridas sanaron más rápido de lo que creí, solo una hora después ya no quedaba ni siquiera una leve cicatriz de lo ocurrido. Pero eso no borraría el recuerdo de él sangrando de rodillas mientras mamá le daba la bienvenida de mi memoria. Aunque debo decir que él estaba incluso más orgulloso que yo, después de la pelea fuimos a desayunar con mis padres y mis hermanos, fue un desayuno divertido, lleno de chistes por parte de todos y recuerdos de la infancia que me subían colores al rostro. Fue fabuloso ver a mi pareja riendo libremente, relajado e integrándose con las personas que más amaba en el mundo, papá aún no estaba del todo convencido cuando Rafael me tomaba de la mano o me daba un beso, más de una vez mamá tuvo que darle un golpe en la cabeza para que dejara de gruñirnos. E incluso casi se ahogó con su café cuando mamá le propuso a Rafael ir con Noel a ver el territorio y bu
Era completamente normal estar nerviosa, no es como si todos días las personas vieran pelear al amor de su vida y a su madre.Que entiendo que en otras circunstancias eso sonaría muy pero muy mal, pero a pesar de haberle asegurado a Rafael que mi mamá no estaba tratando de matarlo, lo cierto es que no estaba tan segura.Ósea no lo iba a asesinar, no cuando ya estábamos vinculados, pero si algo aprendí de mis dieciocho años de vida es que hay destinos peores que la muerte.Eso y que a mi madre no le tentaba el corazón a lo hora de patear el trasero de cualquiera.Incluido los nuestros.Por eso no es que no apoyara a mi mate, solo me preocupaba sanamente por su integridad.En la mañana cuando salíamos tomados de la mano al patio delantero nos vimos con la sorpresa de que Loga, Noel, Jack, Julian, Lissa, Bella, Tasia y Diana junto con mis padres estaban esper
Último capítulo