En la cabecera, un hombre de cabello plateado descansaba con aire relajado. Su rostro era joven, pero sus ojos viejos. Seraphine lo reconoció de los informes de inteligencia: Kaelen Veyr, el joven alfa de Bloodshadow, mencionado como futuro sucesor de su tío como líder del clan.
Kaelen sonrió apenas mientras encendía un cigarro. —Mooncliff no sabrá que estamos aquí… a menos que sean más estúpidos de lo que imagino.
Alaric murmuró bajo: —Quiere que aparezcamos.
Seraphine respiró hondo, su mente corriendo. Atacar significaba guerra abierta. Esperar era dejar que Bloodshadow hiciera negocios en tierras de Mooncliff. Ambas opciones eran peligrosas, pero había una diferencia: si entraban ahora, controlarían la narrativa.
—Entramos —dijo finalmente Seraphine.
Alaric la miró. —¿No como ataque?
—No &mdas