Capítulo 74: Había tomado la decisión, pero eso no la hacía sentirse menos sola y vacía
Diana apenas dormitó esa noche, aunque el cansancio que sentía por todo el estrés que había pasado esos días estaba haciendo mella en ella.
Se obligó a no cerrar los ojos porque si lo hacía no podría despertar a tiempo para marcharse antes de que Alexander notara su falta.
Su vuelo salía a las ocho de la mañana y debía estar allí con antelación.
El sol apenas comenzaba a vislumbrarse por el horizonte cuando Diana intentó quitar el brazo de su marido de encima de su cuerpo.
Alexander no la había soltado en toda la noche y permanecía aferrado a ella como si presintiera que se iba a marchar.
Tenía que ser rápida, no pensaba llevarse ni la maleta, solo se vestiría y saldría sin despertarlo.
Con sigilo buscó un trozo de papel para escribirle una nota que dejaría junto al sobre.
Se metió en el baño y la garabateó a prisas mientras se acicalaba lo más rápido que le era posible y sin hacer ruido.
Cuando salió del baño dio un grito al encontrarse a Alexander de pie, junto a la cama y mirando el