La angustia se instaló en mi pecho, sabía bien que esto era un arma de doble filo y podía perder a Mateo para siempre.

—¿Qué sucede? —La nana se acercó a mí —tienes una cara que parece polvorón. ¿Acaso estás embarazada o algo por el estilo?

—¡¿Qué?! ¡No, por supuesto que no! —bajé mi cabeza y respiré profundamente —. Es solo que he decidido decirle la verdad a Mateo. Hablaré sobre mi pasado y todo lo relacionado con Austin, ya no más mentiras.

—Has hecho lo correcto, muchacha. Ahora vamos adentro, que tengo miedo de que te puedas desmayar.

—No se preocupe, que de peores he salido. Solo espero que Mateo no me aborrezca por haberle ocultado la verdad. Ya ve cómo se puso con Kany cuando sucedió lo de los zapatos y ese señor.

—No va a ser el caso, ten por seguro que Mateo te va a proteger aún más y estoy segura de que va a ser capaz de ir a cazar a ese sujeto en cuanto se dé cuenta de todo lo que te hizo y también a Gianluca.

Ambas entramos a la mansión, fuimos a la habitación de Sofía y