Mundo ficciónIniciar sesiónVICTORIA:
El golpe seco del mazo resonó en la sala, sacándome de mis pensamientos. Miré a mi tío sin entender qué sucedía. Luego escuché la voz del juez al anunciar:
—Se suspende la sesión para un receso de treinta minutos. Un murmullo generalizado se extendió por la sala mientras la gente comenzaba a levantarse. Mi tío Alberto se inclinó hacia mí. —Vamos, Victoria. Te vendrá bien estirar las piernas y tomar algo —susurró en mi oído. —Señor Alberto, los esperan en la cafetería —susurró el ayudante de mi tío—. El señor Ricardo quiere verlos. Mi tío asintió mientras me guiaba hacia el pasillo principal. Al salir, sentí que podía respirar de nuevo con normalidad. Al entrar a la cafetería, mi mirada se cruz&






