VICTORIA:

Me concentré en mi trabajo, tratando de olvidar a esos personajes, mientras Ricardo se había retirado sin decirme quién lo había llamado antes. Tenía que estar tranquila, me repetía una y otra vez. Abrí mi correo y vi que él me había enviado uno. Al abrirlo, me quedé asombrada al ver que se trataba del video del ultrasonido de nuestros bebés, y todo lo demás dejó de tener importancia para mí.

La imagen en el video capturó mi atención por completo. Las pequeñas siluetas apenas visibles, moviéndose en sincronía con aquel ritmo pausado, me pusieron un nudo en la garganta. El mundo se detuvo. Todo lo que Carlos había sido, todo lo que Ricardo había insinuado, quedaba suspendido frente a la promesa tangible de un futuro que se sentía diferente.  

Sonreí, casi sin darme cuenta, mientras mis dedos ro