Apenas le pregunto que dónde está, él responde que en la empresa. En ese momento pienso que él o Marta me están jugando una broma, pero no es así.
—Qué raro porque en la empresa te necesitan para que revises unos documentos y tú no estás ahí. ¿Dónde estás, Cárlen...
No termino de decir la palabra porque escucho que una voz femenina habla al otro lado de la línea dirigiéndose a él.
—Cárlenton, date prisa cariño que no tengo todo tu tiempo.
Yo cuelgo la llamada de inmediato.
Siento mi respiración entre cortada al oír aquellas palabras. Él me dijo que iría a la oficina y no está allá, él está con otra mujer.
Él me está engañando, esa mujer lo llamó cariño.
Mis ojos se llenan de lágrimas y me pregunto ¿cómo pude creer en ese hombre? si desde que no éramos nada, yo sabía que él era mujeriego de primera y se me ocurre creerle que solo estaría conmigo.
¡Que tonta e ilusa soy!
De tanto llorar y pensar en lo que haré, me quedé dormida.
Escucho a lo lejos que mencionan mi nombre, despierto