C119: No sirve de nada lamentarse por el pasado.
El día amaneció con una suave brisa y un cielo despejado que prometía un clima perfecto para una salida en familia. Katherine se encontraba en la sala, ajustando su saco mientras observaba a Coral, quien se mostraba alegre. La pequeña estaba emocionada porque su padre, Royal, había decidido acompañarlas en esta ocasión. No sería una visita dentro de la mansión, sino que esta vez saldrían juntos los tres.
Royal había sugerido que Kisa también se uniera a la salida, pero ella había decidido no hacerlo.
—Creo que es mejor que Coral pase tiempo contigo y con su madre —le había dicho Kisa a Royal—. En su primera visita, Coral estuvo todo el tiempo pegada a mí. Eso no es bueno, pues de esa forma nunca podrá conectar realmente con Katherine —reveló. Aunque la decisión de Kisa era lógica, para Katherine representaba una oportunidad de oro para acercarse a su hija, y a Royal.
El hombre entró en la sala, vistiendo ropa casual: unos jeans oscuros, una camiseta ajustada de color gris y una chaque