A MERCED DEL DINERO. C62: ¿Y ese beso que se dieron?
Cuando Lucas detuvo el auto frente a la mansión, apagó el motor y giró la cabeza hacia Marfil, queriendo prolongar un poco más el momento. Había algo en ella que lo mantenía cautivo, y aunque la noche estaba llegando a su fin, él no quería despedirse todavía. Se bajó del vehículo casi al mismo tiempo que ella, con la intención de acompañarla hasta la puerta, pero Marfil detuvo su paso y lo miró con una leve sonrisa en los labios.
—No es necesario que me acompañes —articuló con voz serena—. Podemos despedirnos aquí.
Lucas arqueó una ceja, no demasiado convencido.
—¿Segura? No me cuesta nada caminar contigo hasta la puerta.
—Segura —respondió ella sin dudar.
Lucas suspiró con resignación y se quedó quieto junto al auto, pero aún sin intención de marcharse.
—La verdad es que me gustaría volver a verte mañana —manifestó.
Marfil parpadeó y bajó la mirada por un instante, como si meditara su respuesta. Lucas captó la vacilación en su expresión y decidió insistir.
—Por favor —susurró con un