A MERCED DEL DINERO. C242: No hagas uno de tus escándalos.
Las cosas habían cambiado y los papeles se habían invertido. Ahora era Richard quien se mostraba frío y distante, y era Marfil quien intentaba acortar la distancia entre ellos. No como él solía hacerlo antes, con abrazos inesperados o algún contacto físico. Marfil era más reservada, más prudente. Daba pasos diminutos en su intento de reconstruir algo entre los dos. Ya no gritaba como antes, ya no lanzaba cosas ni lo acusaba a voz en cuello cada vez que algo la desbordaba.
Ella se acercaba de otra forma, con acciones más que palabras, con gestos más que contacto. Se levantaba temprano para preparar el desayuno, aunque la tostadora la frustrara o el café saliera aguado. Hacía la comida aunque nunca supo cocinar del todo bien —en su casa siempre lo hacían Kisa o su madre—.
Tampoco sabía planchar correctamente, ni limpiar con la eficiencia de una ama de casa experimentada. Pero se esforzaba. Veía videos, seguía tutoriales y practicaba. Se convertía, poco a poco, en alguien distinta.
Mante