A MERCED DEL DINERO. C243: ¿Ahora también me vas a reclamar por eso?
Richard se dirigió lentamente a la cocina, descalzo, con el cabello mojado pegado a la frente. Al entrar, vio que Marfil estaba sentada a la mesa, con los codos sobre el mantel y los dedos entrelazados. Al notar su presencia, se levantó.
—Por fin terminaste —señaló con voz suave y una ligera sonrisa—. Ven aquí, te preparé algo sencillo, pero creo que te hará bien. Te ayudará a despejarte un poco más.
Richard se acercó con pasos lentos y se sentó frente al plato que ella había dispuesto para él, en el cual había un sándwich pequeño con pan tostado. Marfil se sentó de nuevo, observándolo con cuidado.
—Pensé en hacerte un café, pero como ya es muy tarde, me dio miedo que no pudieras dormir después. Necesitas dormir, así que esto es más suave. El sándwich debería ayudarte a sentirte mejor.
Richard la miró sin decir nada durante unos segundos. Luego bajó la vista al plato, tomó el sándwich con una mano y, sin probarlo aún, murmuró:
—La verdad es que no tengo hambre.
—Me lo imagino —dijo e