Savannah es una emigrante que ha logrado llegar a su destino después de sufrir muchas cosas en su travesía por las distintas fronteras que cruzo. Vio y escucho las más terribles calamidades, pero lo logro, una nueva vida la espera, con su hermana como apoyo se establece en la enorme capital, allí consigue su primer trabajo y conocerá a Burka. Un empresario exitoso, CEO de su propia empresa, quien conoce en el pequeño café de mama bella, Savannah nunca ha estado enamorada y Burka se aprovechara de su inocencia, sin esperar caer rendido por ella. Pero no todo es sencillo, saber las verdades que rodean a Burka hará casi imposible para ella soportar todos eso sentimientos nuevos por ese ser celestial que no se sabe si llego para salvarla o para apresarla en su mundo de mentira y falsedad.
Ler maisSAVANNAH
La lluvia, el barro y los truenos dificultaban mi respiración, los gritos de la persona cayendo, resbalando por el borde hacia el rio crecido que se llevaba todo consigo, hacia que me aferrara a mi vida con toda mi fuerza. El llanto de ver cómo se llevaba la gente sin importar edad, color o nacionalidad… —Savannah! Savannah! Despierta ya, debes aprovechar el día y mientras más temprano salgas, más posibilidades tienes de conseguir trabajo. No lo pienso dos veces, asiento y corro al baño a ducharme, cepillarme y vestirme, busco entre las cosas de mi hermana a ver que puede quedarme y consigo unos jeans y un suéter tejido grueso que me cubre lo suficiente para este frío intenso al que no estoy acostumbrada. Ella me extiende un gorro, unos guantes y una bufanda. —Aquí no podemos andar exquisitas, lo que consigas por hacer es suficiente para empezar. —Lo se hermana… Salgo junto con ella que ya tiene un trabajo en una panadería en dónde es repostera, a diferencia de mi ella estudio gastronomía antes de migrar de nuestro país, lo que le dio posibilidades mejores. Yo solo estudié hasta secundaria, pero tengo la esperanza de estudiar una carrera aquí. Camino por la ciudad y entro en todo lugar en dónde diga vacante para cualquier cosa, pero en la mayoría no cumplo con los requisitos o piden mis datos para llamarme luego. Son las cuatro de la tarde cuando me siento en una plaza, no he bebido o comido algo desde lo que me dio Sandra, mi hermana, esta mañana para el desayuno. Respiro profundamente y veo a mí alrededor, hay muchas personas caminando de un lado a otro, la mayoría se ve sin preocupaciones, espero sentirme así pronto… Me levanto y sigo, es hasta las seis que entro en una pequeña cafetería, está totalmente vacía y hay dos ancianos recogiendo algunas cosas de las mesas. Saco de mi bolsillo el único billete y pido un café caliente, la sra me atiende muy amablemente. Cierro mis ojos al sentir la bebida en mis labios, calentando me por dentro. —Mañana será un mejor día. Las palabras de la señora calan lo más profundo de mi alma, asiento con mis ojos aguándose un poco. Hoy es mi quinto día en busca de trabajo, pero no pierdo la esperanza de conseguirlo. —Amen… espero que así sea. Me sonríe y me dice algo me alegra la vida de forma instantánea — hay una vacante disponible para trabajar en las mesas, la chica que trabaja con nosotros, dio a Luz está mañana, no hemos tenido tiempo de colocar un cartel, pero si estás interesada…. La emoción me embarga y a través de la barra me lanzó darle un abrazo. — ¡Si, Muchas gracias! Su carcajada la mueve conmigo abrazada — ¡Ya tenemos trabajadora nueva Lucio! El señor sale de lo que supongo es la cocina. — ¡Pues bienvenida hija! Me dicen las pautas de todo lo requerido para trabajar con ellos, cuanto ganare, que no es mucho, pero para mí lo es todo. La señora se llama Catalina, y al igual que yo y mi hermana es extranjera, solo que tienen toda su vida aquí. Debo estar a primera hora de la mañana, me encargare de limpiar los baños, organizar las mesas y atender los clientes en la hora más concurrida. Llego a donde mi hermana trabaja eufórica por haber logrado conseguir mi primer trabajo. Espero que termina su horario y partimos juntas a casa, cuento absolutamente todo lo que hice durante el día, hasta el momento en el que logre conseguir mi primer trabajo. -Sabía que lo lograrías, solo era cuestión de tiempo. -Sí, estoy tan feliz. A pesar de la emoción, las pesadillas me acechan en la noche, los gritos de las personas desconocidas son los principales protagonistas, el rio llevándose a un centenar de personas, mientras la lluvia empeora la situación, yo corriendo entre la selva, personas armadas quitándonos a los sobrevivientes lo poco que teníamos encima… La alarma me despierta a las 4:00 am y me levanto con todo el mejor ánimo que puedo ya que las pesadillas no me dejaron dormir lo suficiente. Mi hermana está en su día libre, así que hago el desayuno y todo lo demás sin hacer ruido para no despertarla, el almuerzo es parte del pago, que gracias a Dios es un gasto menos. Son las 5:00 cuando estoy cerrando la puerta del apartamento, ya hay personas en la calle y la luz solar está tomándose lo que le corresponde en el paisaje. Hoy me siento parte de eso que añoraba, de ese selecto grupo de personas que lucen agradecidas con lo que tienen. Pienso en todo lo que lograre, que es lo esencial, a que le debo dar prioridad. “lo primero será comprarme ropa, perdí todo en mi travesía, y ahora estoy usando la ropa de mi hermana, lo segundo será comprar comida para compartir con mi hermana, desde que llegue, ella se hecho cargo de todos los gastos y se que no es fácil mantener otra boca, lo tercero será conseguir un teléfono, nada costoso, solo uno que funcione para comunicarme con mi familia, de ahí en adelante pondré todo de mi parte para entrar en una universidad y estudiar lo miso que mi hermana, gastronomía, mi sueño es trabajar en uno de los mejores restaurante en el mundo” Cuando llego entro por la puerta trasera tal cual me indicaron, saludos a los propietarios quienes ya se encuentran trabajando en la cocina, haciendo croissants, panes todo tipo, desayunos y demás. Me coloco el delantal que me dan para proteger mi ropa y lo primero que hago es lavar los baños, los dejo impecables, y luego procedo a limpiar y organizar el área de las mesas. El cafetín es antiguo pero hermoso, su nombre el “el café de mama bella” quien deduzco es catalina, estoy sudando cuando termino, desayuno lo que empaque y estoy lista justo en el momento en el que en señor Lucio hace apertura, hay personas esperando, mi corazón se desboca, puede ser de alegría o nervios ya que es mi primer trabajo. Hago lo mejor que se hacer y algunos que ya son clientes habituales me dan la bienvenida, haciéndome sentir más tranquila. Todo hasta que la puerta se abre, entrando una brisa helada, alzo mi vista y me consigo con el par de ojos más fríos que he visto en mi vida. Trago y me enderezo de inmediato… “Una ángel acaba de entrar”Burka Arslan —Liebana… — odio que me toque, pero debido a que acepte el trato parece un maldito chicle, se arrodilla y cierro los ojos, no enciende nada en mi… mi miembro sigue flácido a pesar de sus intentos por despertar mi interés. Me levanto para que no se avergüence y comience una pelea, lleva intentando una maldita semana, Pero no es Savannah, el simple olor me da náuseas. —Asi no voy a salir embarazada nunca Burka, si no pones de tu parte no estamos haciendo nada — se levanta y se coloca una bata para tapar su cuerpo desnudo, es una mujer hermosa, Pero no la mujer para mí. Salgo afuera a ver el mar, ahora mismo estamos de paseo en unos de mis yates, pensó en que sería bueno pasar tiempo juntos en lugares neutros, yo solo veo a Savannah aquí estando solo conmigo, desnuda, mientras me la follo por cada maldito rincón. Entro de nuevo por teléfono, ya está anocheciendo, debí dejar mis deberes en la empresa para cumplirle el capricho, pienso en escribirle a Savannah, tengo días
Savannah Pérez Las clases comienzan, la rutina ya atareada que traía se me multiplica, el en restaurante de Cata me ayudan con el horario, Pero Burka tiene razón, no estoy rindiendo, el trabajo, la universidad y las horas con el me están consumiendo. —Hola guapa! ¿Cómo amaneció ese cuerpo trabajador? — Es Chelsea, una chica de salón de clases, ha Sido súper buena onda conmigo, me acogió desde el primer día, deduciendo que era extranjera y que me veía super perdida y nerviosa. —Hoy mejor, ayer tuve día libre y descanse… — aunque me tocó lavar, limpiar y organizar un poco el departamento, había polvo y me da vergüenza que Burka vea el depa así, además estuvo en la tarde un par de horas, lo que me sirvió de ejercicio extra, aún así se fue temprano y pude descansar toda la noche. —Me alegro, ¿Trajiste la historia de la recetas?, me costó conseguir las originales.Resoplo — Si, eso se llevó parte de mi día libre también, descargue algunos libros con temas al respecto y conseguí algunas
Savannah Pérez —Te mandaré para el pasaje para que vayas a conocer en lo que esté mucho más estable, es un lugar hermoso, totalmente distinto a esto, a América, no se parece en nada, ya verás y... Podrías plantearte vivír allá conmigo, no se… dependiendo de cómo fluya todo — suspiro, se exactamente a lo que se refiere.—Lo pensaré en cuanto tenga el titulo, eso me ayudara a conseguir un puesto mejor para trabajar, solo son tres años, aunque lo de visitarte si te tomo la palabra hermana, claro que me encantaría conocer Rusia, jamás pensé conocer estados unidos, y gracias a ti estoy aquí…. Estamos en el aeropuerto esperando que llame su vuelo, las horas pasaron demasiado rápido, no me parece suficiente.—Me alegro que estés bien y que ese mal nacido no haya logrado su objetivo, estaré tranquila cuando esté tras la rejas. —Ya casi no pienso en eso, gracias a Burka estoy segura. —Ese hombre siente algo más que deseo por ti, Pero está casado…. — me encojo de hombros, antes era algo que
Burka Arslan Me quedo con las ganas de seguir en la faena con Savannah, sin embargo llegó a mi departamento satisfecho por el acto, cada día me gusta más, me fascina como se deja llevar, como se deja hacer, como su cuerpo reacciona ante mi tacto, ante mis caricias y mis besos, como ya no es tan tímida, ser solo quien la ha tocado me pone al límite. Entro a mi habitación y me freno al ver un bulto en mi cama, he encendido la luz, por lo tanto se remueve. —Liébana, ¿Qué carajos haces aquí? — mi voz retumba entre las cuatro paredes, ella se acomoda y me da la cara, me observa con los ojos abiertos de arriba abajo. —Tu, tu madre — se sienta aún observandome — ¿Dónde estabas? —No es tu maldito problema, ¿ haces aquí? — paso la mano por mi rostro exasperado. —Tu madre logro que me dejarán entrar, dijo que aceptarías el trato y que lo intentaríamos por el siguiente año… así que aquí estoy — la sabana cae y su cuerpo desnudo queda a la vista. —Aun no he aceptado ningún puto trato conti
(+18)Savannah Pérez Muerdo el cojín con fuerza para evitar seguir gritando, Burka me tiene amarrada de manos y en mis piernas hay un tubo que evita que la cierras, el me penetra con fuerza, siento su miembro en mi útero, su manos agarran mi cabello y me alza el rostro. —No te silencies, quiero escucharte mientras te follo — me grita y yo le correspondo. Estamos en una habitación privada, después de beber un par de tragos más, tocarme delante de todos sin mostrar mi cuerpo, me trajo prácticamente arrastras. Pude relajarme y corresponderle al ver que solo estábamos nosotros. Mi mascara ha desaparecido, siento mi rostro mojado de sudor, de pronto siento algo frío y gelatinoso en mi entrada trasera, mi cuerpo se pondrá algo rígido, aún no me acostumbro a su invasión en mi vagina, no me quiero imaginar lo que me va doler si me folla por ahí.—Burka — digo con voz suplicante. —Solo te preparo, hoy no pasará, Pero pronto. Siento una punzada cuando me introduce algo y me giro para ver
(+18)Savannah Pérez —Pareces una jodida Diosa egipcia, la hija de Cleopatra o Nefertiti.Me veo en el espejo y mi hermana tiene razón, no parezco yo, sigo pensando en que todo esto es una fantasía, me apuñalaron y desperté en otra dimensión. Mi vestido es totalmente blanco impoluto, con un cinturón dorado, con detalles del mismo color y un azul turquesa, en mis brazos luzco joyas, con símbolos del tema, en mi cabeza una corona con forma de serpiente, y el maquillaje me encanta, mis ojos licen un delineado negro intenso que hace que mis ojos se vean más claros de lo que en realidad son. Mi teléfono repica y veo el nombre de burka, ni corazón salta emocionado.—Ya estoy lista — contesto de inmediato. —Te espero abajo — corta de inmediato y doy varios brincos de emoción. —Ya está aquí, debo bajar — abrazo a mi hermana — deséame suerte, estaré temprano aquí. —Anda pues, no hagas esperar al faraón — se ríe y yo niego. Bajo con una emoción nueva burbujeando dentro de mi, me encantan
Último capítulo