A MERCED DEL DINERO. C241: ¿Acaso te importa?
Richard suspiró profundamente.
—Ya veo —murmuró con la voz opaca, sin rabia, pero llena de una pesadumbre—. La verdad es que... no tengo idea de qué hacer ahora.
—Pues, si me permites decírtelo, creo que tienes dos opciones, Richard. O sigues con Marfil, o te divorcias de ella.
Richard frunció el ceño, bajó la vista y dejó escapar un amargo suspiro.
—¿Cómo se supone que voy a continuar con una mujer que no me quiere? —preguntó con el corazón en la garganta.
—Yo tengo entendido que Marfil te aprecia mucho. Tal vez algún día pueda llegar a quererte... Es cuestión de tiempo, de paciencia. Pero eso solo puedes decidirlo tú.
Las palabras dejaron a Richard en silencio y una expresión de tristeza le cubrió el rostro como una sombra. Tenía la mirada baja y los labios apretados. Se notaba decepcionado, desilusionado... vacío. Luego levantó la cabeza y miró a Lucas con sinceridad.
—Lucas... yo te agradezco todo esto. A pesar de todo, me recibiste bien, fuiste un caballero... y aunque fue bajo