A MERCED DEL DINERO. C237: ¿Me extrañaste?
Marfil avanzó dejando atrás las bolsas y caminó hacia él junto con una sonrisa que intentaba ocultar el temblor de sus emociones.
—Lucas… no lo puedo creer —articuló—. Tanto tiempo sin verte.
Él la miró, serio. No sonrió. No respondió con su nombre. No dijo nada.
Marfil esperó un gesto, una palabra amable, un reflejo de alegría en su rostro. Pero él permaneció inmóvil, observándola con una expresión neutra, difícil de leer. Ella bajó la mirada por un instante, incómoda, como si se reprochara a sí misma haber sido demasiado entusiasta. Luego volvió a levantarla, esforzándose por mantener la sonrisa.
—¿Cómo estás? ¿La vida te ha tratado bien?
Sus ojos recorrieron su figura. Lucas iba vestido de forma impecable, con un traje que no dejaba lugar a dudas: estaba bien, al menos económicamente. Bien peinado, bien arreglado, parecía fuera de lugar incluso en aquel entorno elegante.
—Aunque quizás la pregunta está de más —comentó ella, alzando una ceja con una leve sonrisa—. Te ves muy bi