A MERCED DEL DINERO. C217: No te metas en mis cosas.
Cuando Royal salió por la puerta principal de la mansión, Lucas retrocedió un par de pasos, consciente de que la presencia de Royal Fankhauser no era algo que se pudiera tomar a la ligera. Royal lo observó con esa mirada dura que imponía incluso sin necesidad de alzar la voz, como si cada palabra que estaba por decir pesara toneladas.
—¿Qué significa esto? —preguntó con un tono gélido, sin apartar los ojos de Lucas—. Habíamos quedado en que nunca volverías a hacer un escándalo como este. ¿Dónde ha quedado tu palabra? ¿Qué te trae al frente de mi casa gritando como un demente? ¿Es que nadie te enseñó a comportarte en de manera decente en la propiedad de alguien más?
Lucas bajó un poco la cabeza, no por miedo, sino por vergüenza. Sus mejillas estaban coloradas, tanto por la bebida como por la humillación que estaba atravesando.
—Lo siento mucho, señor Fankhauser —respondió—. Sé que estoy siendo una completa molestia, pero necesito hablar con Marfil. Es indispensable.
Royal frunció el ce