A MERCED DEL DINERO. C102: No me gusta sentir que intentas gobernar mi vida.
Marfil fijó la vista en la pantalla del teléfono, sintiendo una ligera confusión al leer el nombre de Richard iluminado en la pantalla. No recordaba que él le hubiera llamado antes a esas horas, lo que hizo que un leve desconcierto se reflejara en su rostro. ¿Por qué la estaba contactando en plena medianoche?
Lucas, que aún sostenía el teléfono en la mano, no apartaba la mirada de ella.
—Respóndeme, Marfil —insistió, sin disimular su molestia—. ¿Por qué mi amigo te está llamando a esta hora de la noche? Entiendo que sean cercanos, pero ¿desde cuándo tienen tanta confianza como para que te llame a medianoche?
Marfil suspiró con evidente fastidio y esbozó una mueca de cansancio antes de responderle con tono despreocupado.
—Lucas, por favor… No te ahogues en un vaso de agua.
Pero su indiferencia no hizo más que avivar la incomodidad en Lucas. Frunció el ceño y negó con la cabeza, como si tratara de contener la frustración que hervía en su interior.
—Escúchame bien, Marfil —dijo, con la