Curthwulf caminaba con enojo, todos los lobos podían percibir que había algo que enojaba a su líder y Retmus, quien era siempre quien lo acompañaba en todo, temía decir algo y ser con quien descargara su enojo. Nunca lo había hecho, pero, básicamente, nunca había estado enojado así por una mujer.
“¿Dónde están ellos? —pregunta Curthwulf al llegar a la superficie del barco”
Dos hombres suben las escaleras y ello hace que de inmediato, Curthwulf se acerque sigilosamente a los dos alfas que se habían atrevido a llegar hasta el barco.
— Curthwulf, pensé que eras más servicial. — comenta Keanu, un lobo alfa de Belgica.
— Sí, recibir a tus invitados de esa forma, da una mala impresión — comenta Zenko, un lobo alfa del polo norte.
Curthwulf, se transforma en humano, mostrando su pecho descubierto y los pantalones que se ajustaban tanto a sus piernas, que mostraban cuan musculosos eran.
— Vaya, Curthwulf si sabe mantenerse en forma. Cualquier humana creería que es el hombre más fuerte — comie