Narrado por Luke Brown
A un mes de estar saliendo oficialmente con mi abejita, he podido comprobar que lo de gustarme ha evolucionado a algo más con rapidez. No puedo parar de pensar en su sonrisa, ni de sentir euforia al verla, tampoco de idealizarla. Para mí, Amanda era perfecta, la mujer perfecta.
Porque si no era perfecta cómo más podías ser así de linda y divertida. Sonrío al celular leyendo su mensaje en el que aparte de los buenos días me pregunta si me he saltado el desayuno esta vez. No me gusta mucho desayunar, aunque hoy lo estoy haciendo. Se supone que debo comer, no estar sonriendo como estúpido respondiéndole.
—Míralo, tiene que ser una actriz porno o haberse metido finalmente en una relación de tres — menciona Luisella apareciendo sentada a mi frente.
—No, tiene que ser una casada, que le prometió dejar al marido. Es lo más probable — menciona Levi que está igual a mi frente.
Mi pasado es ilustre, eso lo sé, pero no me inquieta ninguno de sus chistes porque habré estado