Narrado por Damián Goldstein
Siento como si alguien estuviera golpeando un tambor dentro de mi cráneo. El dolor es implacable y constante, nada lo detiene. Ni la oscuridad en la que estoy envuelto, ni la luz que me rodea al abrir los ojos. Me encuentro acostado en mi cama, con ropa de dormir y cuando intento frotarme la cabeza, algo raspa mi piel. Tengo una férula en mi mano derecha.
Me río sin parar mientras veo mi mano probablemente lesionada. Después esas risas se apagan, y me ahogan en un abismo que quizás no tenga final.
Estoy tan cansado de todo esto. De vivir una vida que no me pertenece, en una mente que se desconecta cuando lo desea. Soy un pasajero en mi propio cuerpo, vivo una vida a medias y estoy harto de despertar en lugares desconocidos, rodeado de gente que no conozco. ¿Haciendo qué? Eso tampoco lo puedo saber.
Hoy he despertado vestido, en mi habitación y con la habilidad de todavía caminar. Esa es la habilidad que uso para ir a mi baño a refrescar mi cara con agua fr