Hace algunos años...
Reviso desesperadamente la gaveta de mi mesa de noche, he sacado y guardado todo lo que se encuentra en ella unas tres veces, como si esperara a que mágicamente apareciera mi placa de trabajo en ella. Volteo a ver quién ha abierto la puerta de mi cuarto, o mejor dicho, me aseguro que sea Lydia, ya que es la única que tiene derecho a entrar de esa forma.
—¿Qué haces?— Dice la rubia mientras me observa revisar mis cosas por enésima vez.
—Estoy buscando mi placa— Respondo mientras devuelvo todo a la gaveta —Estoy completamente segura que la dejé aquí anoche.
Lydia hace una mueca mientras inspecciona la habitación con su mirada: —¿Estás segura? ¿No la habrás dejado en otro lado?
Tampoco es que tengo mucho espacio como para dejarla olvidada en otro lugar. Mi habitació