La noche fue larga, casi no pude dormir de la emoción. Por primera vez en mi vida saldría no solo de la ciudad, sino del país. Y visitaría un lugar tan hermoso como lo es Francia. Aunque una punzada de temor se adueñó de mi pecho. Y si… ¿Me mantiene encerrada dentro de la habitación de hotel?
Era lo más probable.
Me estaba haciendo ilusiones falsas y seguramente toda esta ropa se va a desperdiciar, tal como le ha pasado a la mayoría de mi guardarropa, terminará empolvándose en un rincón.
Mis pensamientos se dispersaron al ver el jet privado frente a nosotros. Se veía tan grande e imponente.
Ya sabía que debía subirme a este tubo de aluminio para poder ir a Francia y hasta el pensamiento me emocionaba, pero al tenerlo en frente y ver su gran tamaño, las rodillas me temblaron.
¿Cómo algo tan grande y pesado podía estar en el aire como si nada? Sabía que era normal, que volaría sin dificultad ya que estaba diseñado para eso, pero casi me fui de espaldas.
Yo no podría estar t