Ezequiel se encontraba con el cholo, hablando afuera de su casa, aprovechando que Mara se encontraba aun dormida. Ambos sostenían una taza de café y reían.
— ¿Cómo ves la actitud de los trabajadores? —Ezequiel cuestionó.
—Desde que les mandó a construir los cuartuchos, responden mejor —refirió.
—Eso me agrada —respondió satisfecho—, dales un poco de migajas y todo marcha de maravilla, tengo que mandarle un ramo de flores a Aranza por sus buenos consejos —expresó.
El cholo carcajeó divertido.
—En eso tiene razón —respondió—, ya están listos para lo que se viene.