220

Al día siguiente Mariano me pasó a buscar sin avisar para ir a San Telmo, lo cual vino a confirmar lo preocupado que se había quedado. Le di cinco minutos para preguntar lo que quisiera saber. No preguntó nada, así que en el siguiente semáforo en rojo lo enfrenté sonriendo.

—Gracias, Marian —le dije—. Estoy bien, ¿sabés?

—¿Segura? —terció, por si su expresión no bastaba para reflejar sus dudas.

Asentí. —Ayer… —Respiré hondo—. Anoche hablé con él. Nada para alquilar balcones, pero hablamos, que ya es mucho.

—¿Entonces vamos a México nomás?

—¿Y por qué no iríamos?

—Viendo cómo te pusiste anoche, se me ocurrió que tal vez no fuera tan buena idea.

—¿Qué? ¡No! ¡Por favor! ¡Tenemos que ir!

Rió por lo bajo. —Tranquila, que ya estamos confirmados.

—¿Entonces qué preguntás? ¿Otra vez tratando de quedar como un señor?

Volvió a reír, concediéndome el punto.

—¿Qué otras bandas van, además de SC y nosotros?

—Agarrate. Maná, Luis Fonsi y Molotov en español. Y los Foo, los Strokes y Thirty Seconds t
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App