Mundo ficciónIniciar sesiónStu le hizo un gesto imperceptible a Brian para que no los siguiera y guió a C hacia el puente. Lo recorrieron a paso lento, cruzándose con gente que paseaba como ellos, hasta que él se detuvo y la condujo hacia la baranda. Allí la enfrentó con una sonrisa vaga y le acarició la mejilla. La besó preguntándose cómo comenzar.
—He estado pensando, ¿sabes? —dijo, volviendo a tomar su mano—. Sobre estos últimos días. Lo que hemos hecho desde que llegué, lo que hemos sentido, lo que hemos hablado.
Se dio cuenta de que C contenía el aliento. No tenía la menor idea de lo que él diría a continuación, pero por las dudas se preparaba para el golpe. Por un momento percibió con claridad lo que ocurría en su interior y sintió una aguda punzada de tristeza. Porque ella no sintiera que merecía una oportunidad de deja







