Esa tarde, por primera vez desde que llegara a Hawai, Stu sacó su Jeep y condujo hasta el centro comercial con Norton y Finnegan. El guitarrista se demoró en la tienda de música mientras los otros dos acopiaban provisiones como para un invierno nuclear, y Norton ni chistó al ver la cantidad de alcohol y cigarrillos que Stu agregaba a la compra.
De regreso en la casa, Stu los sorprendió al salir muy decidido en busca de su tabla y dirigirse al mar a paso firme. Sus amigos se le unieron pocos minutos después. Finnegan fue el primero en regresar a la orilla, y se entretuvo filmando videos de uno o dos minutos y tomando fotos. Tuvo cuidado de que la cara de Stu no fuera visible, y de tomar sólo una foto de él y Norton juntos, de espaldas y a contraluz, no fuera que las siluetas sugirieran nombres.
Luego Stu volvió a sorprenderlos cuando se empeñó en cocinar para ellos. Cenaron escuchando mú