Mundo ficciónIniciar sesiónEl agente de C aseguraba que las carreteras ya estaban abiertas, de modo que decidieron regresar a Buenos Aires el domingo por la noche. Así que el domingo al mediodía prepararon lo que ella llamó muy divertida un almuerzo gourmet. Stu cortó todo lo que no fuera carne roja y sirviera para una comida fría, mientras ella dio cuenta de las últimas hamburguesas con una fruición que lo hacía fruncir la cara de sólo verla.
—¿Y cómo te sientes para comenzar a trabajar en el álbum el martes? —preguntó Stu mientras prendían los cigarrillos de sobremesa.
C sonrió. —Estoy ansiosa con esto de Diego y el otro guitarrista, y ese productor que trajo Marian. Pero en lo que respecta a los chicos y a mí, estoy tranquila. Los tres conocemos de memoria todas las canciones, del derecho y del revés. Lo único que me pone un poco nerviosa es esto de g







