Mundo ficciónIniciar sesiónStu no permitió que fumaran más que otra seca cada uno del armado. Lo apagó con cuidado y lo dejó en el otro extremo de la mesa. No había esperado que C cambiara de idea tras su negativa inicial, y lo alegraba que lo hubiera hecho. Por una vez los dos podrían poner en pausa sus mentes siempre hiperactivas. Y Stu estaba seguro de que la experiencia le depararía más sorpresas a él que a ella, como estaba seguro de que serían todas agradables.
Pusieron la mesa y se sentaron a comer conversando sobre política americana. Alguna vez C le había dicho que le gustaba mucho el periodismo político, pero que las noticias de su propio país le daban cólicos, de modo que solía desahogarse siguiendo las noticias políticas norteamericanas, que de momento parecían un reality show. Estaba tan bien informada, que para Stu siempre era lo mismo que conversar con un compatriota que prestaba más atención que la media a lo que sucedía en Washington.
Durante la cena la conversación derivó hacia







