Mundo ficciónIniciar sesiónStu se irguió frente a ella.
—¿Qué? —alcanzó a preguntar antes de que los labios de C cubrieran los suyos.
Ella le echó los brazos al cuello, dejando que Stu volviera a sostenerla mientras acariciaba todo su cuerpo. Habló con la misma lentitud con que se movían las manos de él.
—Sabes que suelo usar tus viejos éxitos para liberar tensión. Nada como gritar Banned o Expendable a todo pulmón para sentirme liviana otra vez, como nueva.
—¿No querías despertarme?”
—No quería molestarte con mis hábitos de fan.
Stu se apartó de ella sólo lo indispensable para mirarla y rió meneando la cabeza. —¿Crees que me molesta escuchar mis propias canciones? ¿Por qué piensas que seguimos tocándolas después de tantos años?
—Porque es lo que la gente espera que toquen —replicó C de inmediato, con sonrisa fatigada.
—Oh, porque siempre me importó tanto lo que la gente espera de mí.
Lo sorprendió que C riera por lo bajo.
—Ahórrame la pose







