—¿Embarazada? —repitió con sorna—. ¿Quién dijo que Marcia está embarazada?

—¡Rubí, cállate! —El rostro de Marcia perdió todo el color. Ni su maquillaje podía disimular el pánico.

—¿Cállate? ¿Te asusta que hable? —respondió Rubí, sonriendo con confianza mientras la miraba fijamente.

La Sra. Thomson frunció el ceño, molesta.

—Rubí, ¿de qué estás hablando? Sé directa. ¿Qué significa eso?

Rubí arqueó una ceja.

—¿Todos aquí creen que Marcia está embarazada? Qué extraño… Hace solo unos días, en la residencia Gibson, noté que tenía su período. Me pareció curioso, pero ahora todo encaja. ¿Por qué creen que está esperando un hijo?

Hizo una pausa, como si recién se diera cuenta de algo importante. Fingió sorpresa y se cubrió la boca.

—¡Oh no! ¿Dije demasiado? Marcia… Erick solo aceptó casarse contigo porque le dijiste que estabas embarazada, ¿no?

El lugar estalló. Murmullos, jadeos, incredulidad. Marcia parecía a punto de desmayarse.

La Sra. Thomson se tambaleó, pálida como el mármol, respirand