Sabrina negó con calma.
—Zoey sabe que me llevo bien con Rubí. Si me ve visitarla, solo pensará que ella intenta ganarse mi favor o que me invitó a su restaurante para darle más visibilidad. No sospechará nada. Además, Arnold estará con nosotras.
—Entiendo —dijo Sherry, asintiendo de inmediato. Tomó sus cosas y salió tras Sabrina.
Durante el trayecto, el coche avanzaba en silencio por la avenida principal.
Sherry, sentada junto a la ventanilla, observaba las calles pasar mientras sus dedos jugaban nerviosos con el sobre que guardaba en su bolso. Dentro estaban los resultados de la prueba.
No podía evitar preguntarse cómo reaccionaría Rubí al verlos. ¿Se quedaría en shock? ¿Lloraría? ¿La abrazaría sin entender?
Sabrina, sentada frente a ella, mantenía el rostro sereno, aunque su corazón latía con fuerza. Había imaginado este reencuentro durante años, y aun así, la emoción la desbordaba.
Mientras tanto, en el restaurante Williams Fast Food, Rubí revisaba algunos pedidos junto al persona