Rubí asintió.
—Exactamente. ¿De otro modo, qué crees que es?
—Tienes razón… —murmuró Dan, más convencido—. Entonces, haré lo que dices. ¿Sabes quién está detrás?
—Tengo una corazonada. Voy a comprobarlo yo misma, así que lo mejor es que descanses por ahora. Si discuten y la situación escala, será perjudicial para nosotros, y otros aprovecharán para complicarnos aún más.
—En ese caso… está bien —aceptó Dan tras un momento de duda—. Rubí, ten cuidado. ¿Quieres que te acompañe?
—No —respondió ella con firmeza—. Este asunto solo puede resolverse si voy sola.
—De acuerdo, encárgate tú. Si pasa algo, avísame enseguida.
Tras colgar, Rubí condujo hacia la antigua residencia de la familia Maxwell. Era la primera vez que se presentaba allí sin la compañía de Marcus ni la invitación de Dereck.
Cuando llegó, el guardia se negó a dejarla entrar, incluso después de interrogarla. La antigua residencia se encontraba en un callejón apartado, no muy lejos del centro de la ciudad. Quizás por su historia