Rubí exclamó:
—¡¿Qué?! ¡Eso es indignante!
Su expresión se oscureció mientras la desaprobación le pesaba en el corazón.
Gavin asintió con seriedad, pensativo:
—Así es. Cuando dos parientes de una misma familia se casan, el niño que nazca puede tener una malformación o… convertirse en un genio.
—¿Genio? —repitió Rubí, sorprendida.
Gavin afirmó con la cabeza:
—Sí. Aparte de los defectos de nacimiento, ese niño hereda todas las ventajas de sus padres. Belleza, inteligencia y el linaje más puro. ¿No has notado que los miembros de la familia real son extraordinariamente hermosos? Ya sean parientes cercanos o descendientes directos, todos han sido seleccionados cuidadosamente. Sin embargo, esa práctica es inhumana. A los niños que nacen con deformidades los ejecutan en secreto, y solo dejan vivir a los más excepcionales.
Las palabras de Gavin hicieron que Rubí frunciera aún más el ceño.
—Si es así, ¿por qué Zoey quería casarse con Marcus? ¿Por qué antes estaba comprometida con su hermano ma